lunes, 13 de septiembre de 2010

La situación laboral mundial es catastrófica a juicio del FMI

OSLO.- El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, constató hoy que "el mercado laboral está en una situación catastrófica" y destacó que esta situación no se revertirá con las recetas de siempre".

"Esta crisis, la más grave de todas, ha dejado un desierto de parados sin parangón", recordó Strauss-Kahn al inaugurar la conferencia sobre Empleo que hoy reunió en Oslo a expertos y mandatarios europeos, entre ellos el presidente del Gobierno español, José Luis Rodriguez Zapatero, y el primer ministro griego, Giorgos Papandreu.

Según el informe preparado para esta jornada por el FMI y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la crisis ha generado en apenas tres años 30 millones de parados adicionales, lo que ha elevado la cifra mundial de desempleados a 210 millones.

Strauss-Kahn recordó que la crisis, que "aún no se ha detenido" ha cambiado la estructura económica de los países y puesto a prueba los modelos económicos.

Citó como ejemplo el comportamiento del mercado laboral de Alemania, Japón o Noruega, donde el desempleo apenas se modificó, frente al de aquellos países que vieron resurgir de forma dramática el paro porque "sus exportaciones se derrumbaron o se vieron arrastrados por el colapso del sector de la construcción".

Strauss-Kahn se refería implícitamente a España, que junto con Estados Unidos figura en el informe del FMI y la OIT como el país donde el desempleo creció más notoriamente durante la crisis por su excesiva dependencia -y abusos- del sector de la vivienda.

Lamentó especialmente el incremento del paro juvenil, que ronda el 40 por ciento en España, el doble que al inicio de la crisis.

A este respecto, Strauss-Kahn dijo que "si no se adoptan las políticas adecuadas para hace frente a esta tragedia, el coste económico y social será tremendo porque estamos hablando de una generación perdida".

El director gerente del FMI reiteró que la crisis no se va a detener y con ella el desempleo, de ahí, insistió, en "la necesidad de cambiar nuestra forma de pensar y nuestras políticas".

"Tenemos que pensar de forma diferente. Esta crisis no es como las demás. Las reglas de juego han cambiado. Esta prueba de fuego no se resuelve con las viejas recetas", señaló Strauss-Kahn, que abogó por una mayor cooperación y coordinación de políticas entre los gobiernos e instituciones.

Dominique Strauss-Kahn, ha asegurado que el mercado laboral mundial se encuentra en "una situación desesperada" y ha defendido que no se puede dar por finalizada la crisis económica hasta que el desempleo no se reduzca, algo que debe convertirse en "una prioridad" en la economía mundial.

En la inauguración de la conferencia 'Los desafíos del crecimiento, el empleo y la cohesión social', Strauss Kahn incidió en que no se puede esperar a que el crecimiento económico cree de forma automática los empleos que se necesitan y los países deben usar para ello "todas las herramientas disponibles".

El director gerente del FMI recalcó que la pérdida de puestos de trabajo fue mayor en aquellos países donde "los mercados financiero e inmobiliario se colapsaron". En esta línea, insistió en que la mayor parte del desempleo procede de la construcción y las fábricas, lo que demuestra que los trabajadores "comunes y corrientes han pagado el precio por los errores que otros han cometido".

Asimismo, destaca que la crisis económica ha dejado atrás "un desierto de desempleo, y esta devastación amenaza la subsistencia, la seguridad y la dignidad de millones de personas en todo el mundo". Considera que la "verdadera tragedia" es el coste humano que esta situación conlleva para los ciudadanos, a quienes el desempleo conduce a una pérdida de ingresos "considerable y duradera".

En esta sentido, mostró su especial preocupación por los jóvenes, a quienes la crisis ha golpeado "duro". "No podemos subestimar esta perspectiva desalentadora a la que nos enfrentamos: una generación perdida, desconectada del mercado laboral, con una pérdida progresiva de habilidades y motivación", añadió.

Strauss-Kahn explicó que, aunque la pérdida de puestos de trabajo ha sido grande porque la recesión económica ha sido "severa", la situación no es tan simple, como demuestra que la tasa de desempleo esté cayendo en Alemania o apenas haya cambiado en Noruega o Japón.

Por otro lado, destacó también la necesidad de hacer que el sistema financiero se convierta en un apoyo eficaz para la economía real. "Las reglas del juego han cambiado. La economía mundial posterior a la crisis no es la misma que la anterior. Por ello, en pocas palabras, tenemos que pensar de forma diferente", subrayó.

Por otra parte, el informe preparado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la conferencia celebrada en Oslo incide en que desde 2007 el número de desempleados se ha incrementado en más de 30 millones de personas en todo el mundo, de las cuales tres cuartas partes corresponden a economías avanzadas.

En concreto, destaca los casos de España, donde la tasa ha crecido casi 10 puntos porcentuales, y de Estados Unidos, donde el número de desempleados ha aumentado en 7,5 millones de personas desde 2007. "Existe un riesgo de histeria en algunos países, particularmente en España y Estados Unidos, dado el fuerte incremento de la duración del desempleo y la persistencia de los colapsos (como el del sector inmobiliario) que llevaron a la debilidad de la economía y al incremento del paro", añade.

Asimismo, alerta de que el desempleo juvenil ha aumentado de forma "sustancial" en la mayoría de los países de la OCDE durante la crisis, más que en anteriores recesiones. Recalca que el mayor incremento se ha registrado en España, donde la tasa ha pasado de estar por debajo del 20% a quedarse cercana al 40%.

El FMI considera que la diferencia en la evolución del empleo según el país depende del grado de caída de la demanda agregada, así como de su relación con las "agudas tensiones" que se han registrado en otros sectores como el financiero y el inmobiliario. Además, en su opinión, esto también ha dependido de cómo los países llevaron a cabo políticas activas en el mercado laboral para proteger el empleo.

En este sentido, considera que la creación de "sistemas de mercados laborales duales" para hacerlos más flexibles ha provocado que las consecuencias de la crisis hayan sido mayores en países con alta temporalidad, como es el caso de España, donde los contratos temporales se han convertido en el "eslabón débil" durante la recesión, que afectó de forma desproporcionada a algunas sectores.

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