Aunque el mercado recibió el impulso de unas ventas minoristas mejores de lo previsto en Estados Unidos, los inversores no se mostraron decididos a lanzarse a entrar en activos de mayor riesgo y el oro, considerado un refugio en momentos de incertidumbre, tocó un récord histórico.
El índice FTSEurofirst 300 de las principales acciones europeas subió un 0,04 por ciento a 1.088,5 puntos tras acabar en lunes en el nivel más alto desde finales de abril.
"Aún estamos cotizando en bandas estrechas y los inversores están centrados en el flujo de noticias a corto plazo", dijo David Hussey, director de renta variable paneuropea en MFC Global Investment Management.
"Los inversores aún se muestran precavidos ya que no hace tanto tiempo el mercado estaba preocupado por la posibilidad de una recaída en la recesión y si recibimos más noticias negativas las bolsas podrían reaccionar mal de nuevo. Estaremos sin dirección clara hasta que no sepamos qué tipo de recuperación tendremos".
La empresa de externalización Capita subió un 2,9 por ciento después de que Capgemini UK anunciara que ha firmado un preacuerdo con el Gobierno británico que tranquilizó a los inversores sobre los contratos en el sector público.
La empresa de componentes electrónicos Philips, por contra, cayó un 3,9 por ciento tras anunciar unos objetivos de crecimiento que en opinión de los analistas no son ambiciosos.
En la Bolsa de Tokio el índice Nikkei cedió el martes un 0,2 por ciento después de que el yen marcase otro máximo de 15 años frente al dólar, y después de que en la víspera el selectivo cerrase en su mejor nivel de tres semanas.
La prudencia fue la tónica en la sesión ante una votación que celebra el partido gubernamental, en la que el primer ministro Naoto Kan se enfrenta a su rival Ichiro Ozawa, que pide más estímulos fiscales.
El Indice Nikkei bajó 22,51 puntos a 9.299,31 puntos, mientras el más general Topix cayó un 0,3 por ciento a 834,87 puntos.
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