miércoles, 22 de septiembre de 2010

Los consejeros económicos de Obama renuncian y el secretario del Tesoro se queda

WASHINGTON.- Con cuatro renuncias en tres meses, el equipo económico del presidente estadounidense, Barack Obama, se debilita antes de las legislativas, pero el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, cuya posición parece fortalecida con esas dimisiones, se mantiene fiel en su puesto.

Después de Peter Orszag, director de presupuesto de la Casa Blanca y de Christina Romer, presidenta del Consejo de consejeros económicos del presidente, que abandonaron sus funciones en el verano, fue Lawrence Summers, primer consejero económico de Obama quien anunció el martes su intención de partir a fin de año.

Este miércoles, se produjo la cuarta dimisión, la de Herbert Allison, subsecretario adjunto del Tesoro, encargado de la estabilidad financiera, que tendrá una consecuencia menor: Allison supervisa el plan de rescate del sistema financiero lanzado en el otoño de 2008 y que debe caducar el 3 de octubre.

Del entorno cercano inicial de Obama para asuntos económicos, queda solamente Geithner. Asistente fiel, el secretario de Finanzas desarrolló lo esencial de su carrera en la administración y en puestos gubernamentales. No cesa de reiterar que permanecerá en el Tesoro "mientras el presidente lo quiera", una manera de reconocer también que es un fusible que puede ser reemplazado en cualquier momento.

Obama, que siempre lo defendió firmemente contra la oposición, que reclama su cabeza desde hace muchos meses, volvió a elogiarlo el martes, declarando que ha "realizado un trabajo notable" ante la crisis económica devastadora heredada a su llegada al cargo.

Romer fue reemplazada por su adjunto, Austan Goolsbee, y avanza en el Congreso el proceso de confirmación del sucesor designado de Orszag, Jacob Lew, quien volvería así al puesto que ya ocupó de 1998 a 2001.

Al aproximarse las legislativas del 2 de noviembre, en las cuales la mayoría demócrata aparece en dificultades, la elección del sucesor de Summers podría enviar una señal simbólica sobre la política económica que quiere desarrollar Obama.

La situación de la economía es uno de los temas mayores de la campaña y Obama es acusado por los republicanos de llevar al país a la bancarrota al incrementar el endeudamiento, sin lograr un incremento del empleo. La oposición más radical presenta al presidente regularmente como un "socialista" -que en Estados Unidos es casi un insulto- enemigo del empresariado.

La prensa estaounidense comienza a decir que Obama podría reemplazar a Summers, un académico, con un representante del mundo de los negocios, que podría ser Anne Mulcahy, ex directora general de la transnacional de las fotocopias Xerox.

Pero según el profesor de economía Peter Morici, Mulcahy "no tendría la formación suficiente para aconsejar eficazmente al presidente en una gama de temas complejos" que deben ser dominados para desempeñar el puesto dejado por Summers.

El Wall Street Journal informaba este miércoles de que "los dirigentes de empresas se quejan desde hace tiempo que no tienen una persona cercana en la Casa Blanca que comprenda su posición".

Sin embargo, Summers era considerado como cercano a Wall Street, lo que le provocó duras críticas del ala izquierda del Partido demócrata.

Durante su paso por el Tesoro en los años 1990, fue uno de los artífices de la desregulación financiera cuyos excesos originaron la última crisis.

El diario New York Times había revelado en abril de 2009 que el consejero presidencial había obtenido 7,7 millones de dólares el año anterior, producto de servicios realizados por cuenta de un fondo especulativo y de grandes bancos.

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