NUEVA YORK.- La debilidad de la economía estadounidense y los temores sobre los bancos europeos los hacen optar por la cautela a los inversionistas, informa The Wall Street Journal.
En el primer semestre de 2010, los inversionistas fueron sacudidos por la crisis de deuda europea, el abrupto colapso del índice Dow Jones el 6 de mayo y las señales de que el repunte económico estadounidense perdía fuerza, dice el Journal. El efecto fue alejarse de aquellos activos más riesgosos, como las acciones y las materias primas.
Eso los llevo a acumular efectivo, bonos del Tesoro de EE.UU. y otras inversiones más seguras como el oro y bonos alemanes. Ahora, la pregunta para casi todos los mercados —renta variable, deuda, divisas y commodities— es cuándo regresará el apetito para asumir más riesgo, indica el informe del Journal.
"Hace unos meses, el riesgo se manejaba como si fuera una papa caliente", afirmo Philip Vasan, del Credit Suisse. Tres meses más tarde, sostiene, "el apetito por el riesgo sigue siendo débil".
En el primer semestre de 2010, los inversionistas fueron sacudidos por la crisis de deuda europea, el abrupto colapso del índice Dow Jones el 6 de mayo y las señales de que el repunte económico estadounidense perdía fuerza, dice el Journal. El efecto fue alejarse de aquellos activos más riesgosos, como las acciones y las materias primas.
Eso los llevo a acumular efectivo, bonos del Tesoro de EE.UU. y otras inversiones más seguras como el oro y bonos alemanes. Ahora, la pregunta para casi todos los mercados —renta variable, deuda, divisas y commodities— es cuándo regresará el apetito para asumir más riesgo, indica el informe del Journal.
"Hace unos meses, el riesgo se manejaba como si fuera una papa caliente", afirmo Philip Vasan, del Credit Suisse. Tres meses más tarde, sostiene, "el apetito por el riesgo sigue siendo débil".
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