Así se expone en un documento elaborado conjuntamente por ambas centrales sindicales en respuesta a la Ley de Medidas Urgentes para la Reforma del Mercado de Trabajo, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado sábado, en el que se detallan los "atropellos" que, a su juicio, ocasiona a los derechos de los trabajadores y que justifican la huelga general del próximo 29 de septiembre.
Junto a la reforma del sistema bancario, los sindicatos alegan que la reforma laboral no servirá para crear empleo y alejará la posibilidad de acometer el necesario cambio de modelo productivo, por cuanto incidirá en una competitividad basada en la reducción de costes laborales y no en la innovación, la formación o la calidad del empleo.
Asimismo, critican que la Ley no introduzca "políticas activas efectivas" para las personas desempleadas y "legaliza las agencias privadas de empleo con ánimo de lucro sin mejorar los Servicios Públicos de Empleo".
Por otro lado, CC.OO. y UGT insisten en que la reforma laboral no servirá para reducir la dualidad en el mercado de trabajo y, además, "abarata y facilita el despido, amplía las posibilidades del empresario para utilizar esta decisión extrema y debilita el control judicial efectivo".
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