MOSCÚ.- Rusia podría cerrar 2010 con una inflación cercana al 8%, pero las perspectivas de recuperar los niveles de crecimiento económico apuntan solo hacia 2012, según previsiones oficiales.
Al intervenir ante la Duma estatal (cámara baja del Parlamento), el presidente del Banco Central, Serguei Ignatiev, indicó que en los últimos meses se aprecia un incremento del costo de la canasta de divisas, a diferencia de la tendencia anterior marcada por un fortalecimiento del rublo.
Advirtió, por otra parte, que la coyuntura desfavorable de este verano, debido a las condiciones climáticas anómalas, incidirá de forma apreciable en el comportamiento de la inflación para el resto del año fiscal.
Conforme a los pronósticos, el indicador anual rondará el ocho por ciento, con perspectivas de una mejoría en igual período de 2011, según el Kremlin.
Hasta julio se registró un descenso inflacionario que colocó a este parámetro en 5,5 por ciento. Luego en agosto comenzó un ascenso vertiginoso de los costos por efecto de la sequía y la baja cosecha, subrayó Ignatiev.
En los primeros 20 días de septiembre el crecimiento de los precios de consumo totalizó 0,6 por ciento. Aun así, el gobierno modificó los pronósticos anteriores para 2010 que habían sido fijados en 9-10 por ciento.
El primer vicepresidente del gobierno, Igor Shuvalov, dijo a los diputados que si no ocurren sacudidas financieras en los próximos dos años Rusia podría recuperar en 2012 los volúmenes de crecimiento del Producto Interno Bruto, que precedieron a la crisis económica global.
Al intervenir ante la Duma estatal (cámara baja del Parlamento), el presidente del Banco Central, Serguei Ignatiev, indicó que en los últimos meses se aprecia un incremento del costo de la canasta de divisas, a diferencia de la tendencia anterior marcada por un fortalecimiento del rublo.
Advirtió, por otra parte, que la coyuntura desfavorable de este verano, debido a las condiciones climáticas anómalas, incidirá de forma apreciable en el comportamiento de la inflación para el resto del año fiscal.
Conforme a los pronósticos, el indicador anual rondará el ocho por ciento, con perspectivas de una mejoría en igual período de 2011, según el Kremlin.
Hasta julio se registró un descenso inflacionario que colocó a este parámetro en 5,5 por ciento. Luego en agosto comenzó un ascenso vertiginoso de los costos por efecto de la sequía y la baja cosecha, subrayó Ignatiev.
En los primeros 20 días de septiembre el crecimiento de los precios de consumo totalizó 0,6 por ciento. Aun así, el gobierno modificó los pronósticos anteriores para 2010 que habían sido fijados en 9-10 por ciento.
El primer vicepresidente del gobierno, Igor Shuvalov, dijo a los diputados que si no ocurren sacudidas financieras en los próximos dos años Rusia podría recuperar en 2012 los volúmenes de crecimiento del Producto Interno Bruto, que precedieron a la crisis económica global.
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