Barack Obama, defendió las políticas que según dijo "detuvieron la hemorragia" y pusieron a la clase media en el camino a la recuperación, mientras espera dar un gran impulso a la economía del país la semana próxima.
Obama, que lucha por reducir un nivel de desempleo del 9,6 por ciento, pasará la semana próxima presentando propuestas para mejorar la economía.
"Este Día del Trabajo, deberíamos volver a comprometernos con nuestros valores tradicionales y con esta verdad fundamental: para curar nuestra economía, necesitamos más que una bolsa de valores saludable; necesitamos bulliciosas avenidas y una creciente y próspera clase media", afirmó Obama en su discurso radiofónico semanal.
"Por eso trabajaré día tras día para restaurar las oportunidades, la seguridad económica y ese 'sueño americano' tan fundamental para nuestras familias y futuras generaciones", señaló.
Estos comentarios fueron formulados tras la divulgación el viernes del informe de agosto del departamento de Trabajo que reveló la pérdida de 54.000 empleos em el mes -menor a la pérdida de 120.000 empleos que esperaban los analistas- y una tasa de desempleo que pasó de 9,5% a 9,6%.
Obama dijo que su gobierno hace todo lo que está a su alcance para acelerar la creación de fuentes de trabajo, y agregó que impulsaba una ley para exonerar de impuestos a las empresas que creen empleos en el país.
"Pero fortalecer la economía significa más que eso", agregó el mandatario. "Estamos luchando para construir una economía en la que las familias de clase media puedan pagar la educación de sus hijos, comprar una vivienda, ahorrar para la jubilación y lograr un cierto nivel de seguridad económica al finalizar su actividad laboral", dijo Obama.
Una economía saneada necesita una clase media pujante incluso más que una bolsa de valores robusta, dijo Barack Obama al describir los logros de su gobierno en defensa de ese sector de la sociedad.
En su alocución radial semanal, Obama enumeró las medidas adoptadas por su gobierno en defensa de la clase media, un grupo que según sostuvo es el que más ha sufrido durante la recesión.
Ensalzó los planes de gastos extraordinarios para crear empleo, subvencionar los estudios universitarios, ayudar a que la clase media mejores sus pensiones, reducciones fiscales para algunas familias y obligar a las empresas aseguradoras a cubrir la salud de aquellas personas con dolencias médicas preexistentes.
El Día del Trabajo es algo más que barbacoas y pasar unas horas con la familia y amigos, según Obama.
"Es además un día para honrar al trabajador estadounidense, para reafirmar nuestro compromiso con la gran clase media estadounidense que, durante generaciones, hizo de nuestra economía la envidia del mundo", agregó.
Empero, según Obama, durante una década, la clase media ha sufrido el atascamiento salarial y una permanente inseguridad laboral mientras las empresas recibieron exenciones fiscales para crear puestos de trabajo en el extranjero y las firmas de Wall Street obtenían enormes beneficios.
"Así que este Día del Trabajo, deberíamos comprometernos a los valores consagrados por el tiempo y esta verdad fundamental: Para sanear nuestra economía, necesitamos algo más que una saneada bolsa de valores; necesitamos un sólido comercio medio y una creciente y próspera clase media", dijo Obama.
"Por ello seguiré trabajando día a día para restaurar las oportunidades, la seguridad económica y ese sueño básico estadounidense para nuestras familias y futuras generaciones".
En la respuesta semanal republicana, el representante Geoff Davis criticó las casi 200 normas y regulaciones pendientes por considerarlas una amenaza para la creación de empleo. Davis agregó que muchos de esos mandatos costarán fondos a los propietarios de pequeños negocios que no tienen dinero o tiempo para cumplir las regulaciones y rellenar los complicados formularios.
"Cuanto más tiempo pasan los propietarios de pequeños negocios rellenando trámites burocráticos, tienen menos tiempo para centrarse en la creación de empleo", insistió Davis.
El mandatario busca recuperar el apoyo de algunos votantes impacientes, quienes podrían llevar a la derrota a los demócratas en las elecciones legislativas del 2 de noviembre.
Obama señaló que las medidas de estímulo económico de 814.000 millones de dólares, aplicadas por los demócratas, son responsables por detener la caída libre de la economía que debió afrontar cuando asumió el poder en enero del 2009.
Esto incluye programas para la construcción de carreteras y puentes y dinero para que los Gobiernos locales pudieran evitar el despido de profesores, bomberos y oficiales de policía.
"Los pasos que hemos tomado a la fecha detuvieron la hemorragia", manifestó Obama. "Pero se necesita más que eso para fortalecer nuestra economía", agregó.
Otros pasos, indicó, estaban destinados a ayudar a la clase media, y mencionó una parte de su reforma al sistema de salud, que impidió a las aseguradoras negar la cobertura a personas con preexistencias médicas.
El presidente está intentando convencer a los estadounidenses de que las políticas demócratas ofrecen un mejor futuro económico, mientras busca contrarrestar el fuerte desafío lanzado por los republicanos para obtener el control de la Cámara de Representantes y quizás del Senado.
Obama asistirá el lunes a un mitin sobre empleo en Milwaukee, cuando en Estados Unidos se celebrará el Día del Trabajador, y tiene previsto revelar propuestas para impulsar la expansión el miércoles durante un viaje a Cleveland.
El viernes se realizará una conferencia de prensa presidencial en la Casa Blanca.
Una serie de opciones son posibles, como la extensión de los recortes de impuestos para la clase media, inversiones en energía renovable o en más infraestructura, o reducciones impositivas a los negocios a fin de alentar la contratación.
La Casa Blanca ha sido cuidadosa al decir que estas propuestas no son un segundo paquete de estímulo económico, dada la ansiedad de los votantes sobre el déficit presupuestario récord que afronta el país.
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