El presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo, Thomas Mirow, reconoció que la región ha capeado lo peor de la crisis, pero destacó que en algunos países, como Rumania y Bulgaria, siguen encarando grandes dificultades.
Agregó que Hungría debe ser vigilada atentamente ya que la política económica del país a medio plazo sigue sin ser diáfanamente definida.
Mirow habló durante un descanso de la conferencia de ministros de Hacienda que tiene lugar en la capital austriaca.
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