jueves, 9 de septiembre de 2010

Se polariza conflicto Gobierno-sindicatos en Francia

PARÍS.- Inflexible en aspectos esenciales, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, pareció desafiar la huelga general del pasado martes con lo cual se desató otro llamado sindical a las protestas el 23 de septiembre.

La insatisfacción de las seis principales confederaciones sindicales francesas con las reformas a la ley de retiros permaneció intacta, mientras la administración de Sarkozy seguía adelante en sus propósitos.

El paro del martes reunió a más de dos millones 700 mil personas en todo el país, según los gremios, frente a lo cual el Palacio del Elíseo comentó que tomaría en cuenta el llamado de los manifestantes.

Sin embargo, el mandatario apenas suavizó un poco los cambios a la ley de jubilaciones y reafirmó su determinación a elevar de 60 a 62 años la edad para el retiro, y el aumento de 65 a 67 años la edad para cobrar una pensión completa.

De ninguna manera cambiaremos ese punto, recalcó Sarkozy, quien de todas formas atemperó otros acápites como las modificaciones para los trabajos difíciles o aquellos que laboran desde antes de los 18 años para que puedan jubilarse a partir de los 60 años.

Apuntaladas por el éxito excepcional de las manifestaciones del 7 de septiembre, las organizaciones sindicales consideran que los anuncios del jefe de Estado no varían el carácter injusto e inaceptable de la reforma, aseveraron los gremios.

El acuerdo alcanzado la víspera en el encuentro intersindical fue ratificado hoy por los grupos de la CGT, CFDT, CFTC,CFE/CGC y FSU-Unas.

Además de la próxima huelga del día 23, antes, el 15 de septiembre, tendrá lugar "una jornada con muchas iniciativas y llamamientos a diputados, miembros del Gobierno y al propio presidente" en medio de la votación en la Cámara de diputados.

Será el 15 la fecha en que los parlamentarios se pronunciarán sobre la reforma. Luego lo hará en octubre la Asamblea Nacional en pleno.

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