miércoles, 29 de septiembre de 2010

Seguimiento desigual de la huelga general, con algunos incidentes y detenciones, en España

MADRID.- La huelga de este miércoles en España se saldó con el país funcionando a medio gas, un seguimiento desigual, incidentes aislados, algunas detenciones y manifestaciones en un centenar de ciudades para pedir al Gobierno que cambie su reforma laboral. 

La huelga contra la última reforma laboral aprobada por el Ejecutivo del PSOE, la primera que afronta José Luis Rodríguez Zapatero en sus más de seis años como presidente, fue un "éxito", según los dos grandes sindicatos españoles, CCOO y UGT, que cifraron la participación por la mañana en algo más del 70%.

El gobierno, por su parte, señaló un "seguimiento desigual", lo que "hace muy difícil reducir la jornada a una sola cifra", según el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que indicó que el seguimiento osciló desde "prácticamente el 100%" en el sector del automóvil al 3% en el sector de la hostelería y que el consumo de energía cayó un 16,5%. Según UGT, el acatamiento de la huelga osciló entre un 30% en el País Vasco y un 87% en Asturias.

Varios incidentes entre piquetes y trabajadores y en ocasiones la policía dejaron unos 25 heridos, entre ellos una herida grave en la localidad madrileña de Coslada. Además, un policía efectuó varios disparos al aire en un enfrentamiento en la también ciudad madrileña de Getafe entre agentes y miembros de un piquete frente a la empresa aeronáutica EADS CASA. Además, más de 100 personas fueron detenidas en todo el país, según varios medios de comunicación.

Los trabajadores salieron a la calle convocados por los sindicatos en más de cien ciudades españolas bajo el lema "Así, no, rectificación ya". Las más importantes, en Madrid y Barcelona, congregaron a 500.000 y 400.000 personas, según cifras de sindicatos citadas por los medios. En Barcelona se produjeron además varios incidentes entre jóvenes "antisistema" y la policía.

Los líderes de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo, reclamaron "un período de profunda reflexión que conduzca a la rectificación" de las políticas tomadas o en estudio a pedido de la Unión Europea (UE) para salir de la crisis.

Los gremios cuestionan la reforma laboral, el recorte del sueldo de los funcionarios, el aumento de la edad de la jubilación a los 67 años y el magro presupuesto público para el próximo año.

La reforma laboral, adoptada para fomentar la creación de empleo, recorta las indemnizaciones por despido y da facilidades al empresario para despedir.

Esa reforma ha "reducido los derechos de los trabajadores", denunció en la manifestación de Madrid Andrés Santana, de 45 años, responsable sindical y funcionario con familiares en paro por la crisis, que deploró "el desamparo al que se somete a los trabajadores por parte del empresariado".

El líder de Comisiones Obreras afirmó que la reforma "no es irreversible". "Es necesario corregir los efectos perniciosos que la reforma laboral está generando en el mercado de trabajo", denunció Toxo. Y Zapatero por su parte recordó a los sindicatos la "obligación de contribuir al diálogo" sobre la reforma laboral.

"A partir de mañana, la voluntad es ponernos a trabajar, que sigamos dialogando", ofreció el ministro de Trabajo.Esta huelga general tiene lugar en un contexto de crisis económica y social, con una tasa de desempleo de casi 20% de la población activa, el doble que el promedio de la Unión Europea (UE).

La semana pasada, el Ejecutivo revisó al alza la previsión de la tasa de desempleo para 2010, del 18,9% al 19,3%, y reconoció que "la recuperación de empleo es más lenta" de lo previsto. 

La huelga general española coincidió con una jornada de lucha en Europa marcada por una gran manifestación en Bruselas y concentraciones en Portugal, Italia y Polonia contra las medidas de austeridad para hacer frente a la crisis.

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