domingo, 31 de octubre de 2010

La Exposición de Shanghai cierra sus puertas y Ban Ki-moon felicita a China

SHANGHAI.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, felicitó al gobierno chino por el éxito de la Exposición Universal de Shanghai, que cierra este domingo tras seis meses de una afluencia récord, confirmando la capacidad de China para organizar grandes acontecimientos. 

Pocas horas antes del cierre oficial, Ban Ki-moon estimó que queda demostrada "la reputación de Shanghai de ser una de las ciudades más cosmopolitas del mundo". "Guardémoslo en memoria: se trata de la primera Expo universal organizada por una ciudad de un país en vías de desarrollo", dijo el secretario general, última personalidad extranjera que visitó la Expo en la capital económica de China. 
"El gobierno chino, la ciudad de Shanghai y la Oficina Internacional de Exposiciones merecen las más altas felicitaciones", agregó.
"El éxito de la Expo ha reforzado la confianza de China en sí misma y su determinación de proseguir las reformas y la apertura", declaró por su parte el primer ministro chino, Wen Jiabao, que presidirá la ceremonia oficial de clausura.
La Exposición Shanghai cierra con un balance de 73 millones de visitantes (95% de ellos chinos), récord mundial, y un desfile de jefes de gobierno y de Estado.
Los organizadores estiman haber alcanzado los objetivos de esta exposición, abierta con gran pompa el pasado 1 de mayo, con la participación de 189 países en un predio dos veces el tamaño del principado de Mónaco.
China no había ocultado su intención de batir el récord de la exposición Universal de Osaka, que había recibido a 62 millones de visitantes en 1970.
Batallones de jóvenes voluntarios y un servicio de seguridad sin fallos permitieron evitar cualquier tipo de incidente durante este nueva gran manifestación tras los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín.
Menos del 5% de los chinos tienen la posibilidad de viajar al exterior y la exposición permitió a la población ver un poco del resto del mundo sin salir de Shanghai, estimó Xu Bo, subsecretario general del evento, teniendo en cuenta que cada país trató de poner en el escaparate lo mejor de su cultura y su tecnología, a veces con pabellones de audaz arquitectura.
Dinamarca trasladó su 'Sirenita' de Copenhague, Francia presentó pinturas impresionistas del Museo de Orsay y los grandes acontecimientos de los últimos seis meses aportaron algunas sorpresas: la Copa del Mundo de fútbol ganada por la selección española en Sudáfrica y una réplica de la cápsula que permitió rescatar a los 33 mineros en Chile.
En seis meses, pasaron por Shanghai los presidentes ruso, Dimitri Medvedev; francés, Nicolas Sarkozy; e iraní, Mahmud Ahmadinejad; así como la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y decenas de miembros de la realeza, jefes de gobierno y ministros.
Para Shanghai, capital económica de China, la exposición dejará una gran huella: importante renovación del mítico bulevar The Bund, construcción de cientos de kilómetros de líneas de metro, líneas férreas de alta velocidad y una terminal aeroportuaria.
Esas renovaciones tuvieron un costo: se tiraron abajo edificios históricos y se desplazaron a miles de personas, aunque todo de manera legal, según las autoridades.
Shanghai gastó unos 60.000 millones de dólares para la exposición, pero ésta le aportó ingresos turísticos por unos 12.000 millones de dólares, indicó la agencia China Nueva.
También permitió una inmensa repercusión mediática en el resto del mundo para la metrópolis más moderna de China, gracias a la visita de miles de periodistas.

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