lunes, 25 de octubre de 2010

Resolver la crisis económica mundial llevará "más de una década", avisa Enrique Iglesias

MONTEVIDEO.- La crisis económica mundial es "mucho más profunda y mucho más impactante" que las de las últimas tres décadas y resolverla llevará "más de una década", estimó este lunes el secretario general iberoamericano Enrique Iglesias, quien llamó a América Latina a "evitar el triunfalismo". 

Al comparar la crisis actual con las que se han registrado desde la década de 1980, estimó: "esta crisis es mucho más profunda y mucho más impactante (...) porque sus efectos siguen y van a seguir. Cuando me dicen cuándo termina todo esto, esto es más de una década, llevamos tres años y las cosas siguen estando todavía sin resolverse".

Añadió que además fue "imprevisible". "Se nos vino encima casi sin darnos cuenta de la magnitud de la crisis", dijo Iglesias al participar de las XXV Jornadas anuales de Economía del Banco Central uruguayo. "Se lo comieron las instituciones financieras, se lo comieron los economistas, las agencias de rating, nadie pudo ver hasta qué punto se estaba desatando un monstruo que sigue estando con nosotros", añadió.

"Todos sabemos cómo se gestó esto: es el derrumbe de dos grandes modelos, el modelo de crecimiento consumista y prestamista entre Estados Unidos y China, donde el consumidor americano fue el gran motor del crecimiento de los últimos 30 años en el mundo gracias a la plata que le prestaban los chinos para seguir vendiéndoles cosas. Y eso fracasó, no podía durar", dijo Iglesias en su exposición, a la que asistieron el presidente uruguayo, José Mujica, y varios integrantes del equipo de gobierno.

"Sabemos que la crisis va a terminar, lo que no sabemos es cuándo y cómo. Si imprevisible fue la gestación de la crisis, también imprevisible es la salida de la crisis", aseguró.

En ese sentido, destacó que los países emergentes aparecieron con una gran fuerza y sin ellos no hay salida a la crisis. "Se terminó el mundo unipolar y no hay ningún problema que hoy lo pueda resolver por sí solo Estados Unidos o ningún otro grupo de países industrializados".

Para Iglesias, el mundo está presenciando "la mayor distribución del poder económico del mundo en la historia de la humanidad".

"Poder alcanzar equilibrios de parte del sistema internacional con tantas visiones arriba de la mesa y poder concertarlas va a llevar tiempo", explicó. "Cuando el cetro pasó de Gran Bretaña a Estados Unidos, eran todos occidentales (...), pasar ahora lentamente el cetro al mundo oriental, con otras visiones y otros valores, eso va a llevar mucho esfuerzo de concertación".

"El mundo va a salir de todo esto con una nueva economía, una nueva sociedad y un nuevo sistema de relaciones internacionales", aseguró. "Una nueva economía basada en la economía del conocimiento, en la innovación, la creatividad, ese mundo que se viene es también salvajemente competitivo".

El secretario general iberoamericano admitió que le preocupa la apreciación de las monedas de varios países de la región y consideró que "eso va a continuar siendo un dolor de cabeza". Pero advirtió: "lo peor que nos podría pasar es entrar en una guerra de divisas, porque entramos en una guerra comercial y la vuelta al proteccionismo, que es lo peor que nos puede pasar".

Para Iglesias, América Latina -que según el FMI salió más rápido de lo que se preveía de la crisis y crecerá un 5,7% este año- tiene por delante una gran oportunidad, ya que está creciendo al influjo de la demanda interna, lo que da "una base muy sólida par continuar creciendo y todo hace pensar que las materias primas van a seguir estando favorecidas en los años que vendrán".

"Hay una gran oportunidad, pero las oportunidades no son gratis", enfatizó, llamando a la región a "evitar el triunfalismo".

"No es cierto que tengamos comprado el futuro, pueden ocurrir cosas raras en el mundo, puede ser que la economía mundial salga rápido, salga lenta, que China tenga alguna involución en su tasa de crecimiento, todo eso nos puede afectar", advirtió.

En ese sentido, llamó a evitar el sobrecalentamiento de la economía y a ahorrar.

A largo plazo, estimó además que hay que apostar a la formación de los recursos humanos, acelerar la cohesión social, aumentar la productividad y fortalecer la integración regional. "Hay que pensar que en el mundo que vendrá navegar en convoy va a ser mejor que navegar solo", aseguró. "América Latina tiene que mirar ésto con mucho pragmatismo".

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