jueves, 28 de octubre de 2010

Socialistas europeos rechazan modificar los tratados para quitar el voto a países incumplidores

BRUSELAS.- El presidente del Partido Socialista Europeo, Poul Nyrup Rasmussen, ha calificado de "mala idea, en un mal momento y de una medida innecesaria" abordar una nueva reforma de los Tratados para endurecer la disciplina fiscal y establecer un nuevo sistema de sanciones para los países con déficit y desequilibrios excesivos, y ha reclamado a los 27 que se concentren en favorecer el crecimiento y la creación de empleo en la UE.

   "Cambiar el Tratado ahora sería una asunto muy arriesgado", ha dicho Rasmussen a su llegada de la reunión de líderes socialistas europeos que tradicionalmente precede al Consejo Europeo.
   Además, ha puesto en duda que los líderes de la UE respalden un cambio que "hace posible que pierdan su voto", y ha recordado a Francia y otros gobiernos que si someten a referéndum la reforma habrá quien "simplemente vote no". "Se me ocurren uno o dos países, sabéis en quiénes estoy pensando", ha ironizado ante la prensa.
   El jefe de los socialistas en la Eurocámara, Martin Schulz, también ha mostrado su rechazo a cualquier cambio profundo del Tratado y ha lamentado que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, no se haya pronunciado "tan claramente" como su vicepresidenta, Viviane Reading, que ayer consideró de "irresponsable" esta iniciativa por "abrir la caja de Pandora".
   Por su parte, el primer ministro griego, George Papandreu, ha respaldado la necesidad de hacer permanente el fondo de 750.000 millones de euros creado para rescatar a los países con problemas para refinanciar su deuda, ya que, a su juicio, repercutirá en una mayor estabilidad de la UE y favorecerá el crecimiento y la creación de empleo.
   Por ello, ha dicho "no tener problemas" en modificar el Tratado si es para crear un mecanismo "fuerte", pero ha dejado claro que no aceptará ninguna modificación que "prejuzgue el peso de los Estados miembros".
   "Creo que las sanciones ya existen en el Tratado. Podemos reforzarlas, pero nos oponemos a cualquier discusión para retirar el derecho a voto", añadió.
   La posible nueva reforma del Tratado centrará un Consejo Europeo en el que los jefes de Estado y de Gobierno ratificarán, pese a las críticas del Banco Central Europeo (BCE), el nuevo sistema de sanciones para los países con déficit y desequilibrios excesivos, que suaviza las propuestas originales de Bruselas. Y pedirán que las propuestas legislativas para llevarlas a la práctica se aprueben como muy tarde en verano de 2011.

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