viernes, 15 de octubre de 2010

Un dólar bajo, el nuevo dilema que enfrenta la OPEP

VIENA.- Con el precio del barril estabilizado tras la brutal caída que trajo aparejada la crisis mundial, la OPEP enfrenta un nuevo desafío de difícil solución: la bajada del dólar y su repercusión en los mercados de materias primas. 

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mantuvo en Viena sin cambios sus cuotas de producción, satisfecha con el actual precio del barril entre 75 y 85 dólares, aunque varios miembros del cartel aprovecharon la ocasión para manifestar su temor por la baja de la divisa estadounidense y su impacto en el ingreso real de los productores de crudo.
El dólar ha sufrido una fuerte depreciación desde junio: de 1,19 unidades por euro a principios de ese mes a cerca de 1,40 actualmente.
La bajada del dólar "nos está afectando bastante y ha habido propuestas de cambiar al dólar como moneda de referencia", indicó el ministro de Petróleo venezolano, Rafael Ramírez, señalando que "en el corto plazo no se avizora nada distinto".
"En lo inmediato no podemos tomar ninguna medida porque son mercados que están muy complejizados", admitió Ramírez, cuyo país insiste con un precio más alto, en torno a los 90-100 dólares, que podría compensar en parte esta situación.
La cotización actual del barril "es aceptable, pero en realidad el comercio está desfavoreciendo a la OPEP porque el dólar se está erosionando y el precio de las materias primeras, en particular los alimentos y el trigo, es alto y por ello estamos perdiendo en términos de ingreso real", coincidió de su lado el presidente de la compañía nacional de petróleo de Libia (NOC), Chokri Ghanem.
Por ello, y al igual que Venezuela, Libia quiere un barril más alto. "Queremos un precio más alto, a 100 dólares", dijo Ghanem.
Para la presidencia ecuatoriana del cartel, las cuestiones "más importantes" que tiene por delante la OPEP "son la tasa de crecimiento de la economía global y la debilidad del dólar", como afirmó su ministro de Recursos Naturales, Wilson Pástor.
Para los analistas, la OPEP se encuentra más bien incómoda ante la situación actual, que ha dado lugar a una "guerra de divisas" entre varios países para proteger sus exportaciones y sostener el crecimiento.
"Un dólar más débil tiene sus consecuencias, ya que erosiona los ingresos de la OPEP en términos reales y termina por forzar precios más altos del petróleo (y otras materias primas) para compensar", señaló a AFP el economista Neil MacKinnon, de VTB Capital.
"Los productores de petróleo enfrentan un dilema, ya que un precio del crudo por encima de 90 dólares podría amenazar la reactivación mundial en un momento en el que la economía de Estados Unidos se está desacelerando y la Reserva Federal (norteamericana, Fed) parece lista para más medidas de estímulo monetario", agregó.
En la misma sintonía, el analista Carsten Fritsch, del Commerzbank, explicó que "con los precios del petróleo en manos de los mercados financieros, el poder de influencia de la OPEP se ve limitado en estos momentos".
A la baja del dólar se suma la especulación, que afecta de manera particular a las materias primas y aparece como otro problema para el cartel.
"El movimiento especulativo existe con las 'commodities' (materias primas), el oro en particular y el petróleo. Esperamos que sea un fenómeno pasajero", dijo en ese sentido Pástor.
Más duro, Ramírez cargó además contra los "elementos especulativos" que afectan el mercado petrolero y se mostró a favor de crear mecanismos de regulación al respecto.
"Siempre dijimos que el mercado petrolero estaba afectado por elementos especulativos, de manera tal que mal pueden los países productores cargar con las consecuencias de las actividades especulativas que deberían ser más reguladas", concluyó.

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