jueves, 7 de octubre de 2010

El Banco Mundial revisa a la baja la cantidad de nuevos pobres en América Latina

WASHINGTON.- El Banco Mundial revisó a la baja la cifra de nuevos pobres en América Latina en 2009, a 2,1 millones, según un informe difundido, que corrige la previsión de diez millones que la entidad financiera temía hace un año. 

"Hace un año habíamos predicho que en 2009 diez millones iban a incorporarse (a la pobreza moderada). Ahora sabemos que eso de hecho no fue así: sólo 2,1 millones de personas se unieron a los rangos de la pobreza", declaró en rueda de prensa Augusto de la Torre, jefe economista para América Latina del BM.

Esa nueva cifra, que atestigua la vigorosa recuperación de la región tras la reciente crisis económica, está basada en datos reales, no en modelos de predicción, enfatizó de la Torre. Según el mismo informe los latinoamericanos pobres que agravaron su situación cayendo al rango de la pobreza extrema fueron 2,5 millones en 2009, una cifra también menor a lo esperado.

Hace un año, cuando los embates de la crisis parecían aún demasiado poderosos para la región, el Banco Mundial calculó igualmente que como mínimo 3,5 millones de personas iban a perder su empleo en la región. "Con los datos ahora sabemos que el aumento (del desempleo) fue de 2 millones", añadió.

"Rompimos con el patrón histórico y si la reducción de la pobreza sigue a un ritmo parecido, uno puede anticipar que durante este año siete millones están saliendo de la pobreza moderada", señaló De la Torre. Entre 2002 y 2008 se logró que 60 millones de latinoamericanos dejaran de ser pobres, recordó la entidad.

América Latina, que según anticipó el Fondo Monetario Internacional (FMI) crecerá un 5,7% en 2010, ha logrado completar en la última década una "revolución silenciosa en política macrofinanciera", señaló de la Torre. 

"América Latina se ha integrado al mundo de una manera distinta; lo que importa no es el grado de globalización financiera, sino cómo estás globalizado", explicó.

La prudencia y solidez de las medidas de regulación financiera, las redes de protección social y la resistencia al choque externo hizo que la crisis fuera amortiguada de forma desconocida en la región, si se compara con experiencias anteriores. 

América Latina salió más rápido de la crisis que los países ricos, explicó por su parte el FMI en su informe semestral de previsiones.

La región dejó además de ser un deudor ante el mundo y diversificó sus exportaciones, y luego tuvo dos golpes de suerte complementarios: la robustez de los precios de las materias primas y la forma en cómo se benefició, hasta niveles que ya empiezan a ser peligrosos, del apetito inversor exterior. 

"Hay un desplazamiento masivo de capitales desde el centro hacia los (países) emergentes", resaltó el jefe economista regional del BM.

"Y esto no sólo se debe a tasas bajas en Estados Unidos y Europa, sino que ahora los inversionistas están dispuestos a tomar más riesgos", añadió. 

"Nos está yendo muy bien, pero no hay que cantar victoria. Nos preocupa también ver que la política macroeconómica está sobrecargada. Todo está sobre los hombros del Banco Central" en los países latinoamericanos, precisó.

A pesar de las buenas perspectivas en el campo de la pobreza, América Latina sigue siendo la región más desigual del planeta. 

"Hemos hecho progresos en el área de estabilidad, pero aún tenemos mucho que recorrer en el camino de igualdad, de generar riqueza sustentable en el tiempo", explicó De la Torre.

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