domingo, 3 de octubre de 2010

El Papa llama a tener "vergüenza del mal" en el corazón de la mafia siciliana

PALERMO.- El papa Benedicto XVI llamó este domingo a Sicilia a "tener vergüenza del mal" durante una misa al aire libre en Palermo, la capital de esta región italiana gangrenada por la mafia. 

"Hay que tener vergüenza del mal, de lo que ofende a Dios y al hombre, hay que tener vergüenza del mal que hiere a la comunidad civil y religiosa con acciones que no soportan la luz del día", dijo el Papa ante decenas de miles de fieles, durante una misa celebrada en una gran explanada frente al mar, el Foro Itálico.

En esa misma ciudad, su predecesor Juan Pablo II atacó duramente en 1995 a esta organización criminal durante la última de sus cinco visitas a la isla.

Los organizadores estimaban que este domingo había unas 250.000 personas tanto en la misa como a lo largo del recorrido del Sumo Pontífice, mientras que la policía, que había calculado unos 30.000 fieles en el Foro a primeras horas de la mañana, se negaba a dar una cifra precisa.

Ante todas las dificultades que debe enfrentar la población, "falta de trabajo", "incertidumbre con respecto al futuro", "sufrimiento físico y moral" y "criminalidad organizada" (la expresión utilizada para referirse a la mafia en Italia), Benedicto XVI llamó a conservar la fe, que "hace posibles las cosas humanamente imposibles".

También les pidió que "no tengan miedo de dar testimonio con claridad de los valores humanos y cristianos". "¡Pueblo de Sicilia, mira el futuro con esperanza! ¡Vive con valentía los valores del Evangelio para hacer resplandecer la luz del bien! ¡Con la fuerza de Dios, todo es posible!", exclamó.

El Papa llegó poco después de las 07.00 GMT al aeropuerto Falcone y Borsellino, llamado así en honor a los dos jueces asesinados por la Cosa Nostra, la mafia siciliana, en mayo y julio de 1992. Luego atravesó en papamóvil una buena parte de la ciudad, engalanada con afiches que afirmaban: "Palermo saluda al Papa", así como con banderas amarillas y blancas, los colores del Vaticano.

Algunos habitantes habían colocado sus propias banderas vaticanas en sus balcones, pero si se dejan de lado las restricciones en la circulación y la presencia extremadamente visible de las fuerzas de seguridad, la capital siciliana no parecía estar en efervescencia por esta visita.

En 1995, Juan Pablo II había atacado a la organización criminal cuyo nombre está asociado al de Palermo. "No matarás", dijo entonces, y agregó: "Ningún hombre, ninguna asociación humana, ninguna mafia, puede cambiar ni pisotear el derecho a la vida".

Por su parte, Benedicto XVI ya había denunciado en Nápoles, en octubre de 2007, a la camorra, la mafia napolitana. Al referirse al "número de crímenes de la camorra", lamentó que "la violencia (tienda) a convertirse en una mentalidad difusa que se introduce en la trama de la sociedad".

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