miércoles, 27 de octubre de 2010

El plan de austeridad británico sigue los pasos del exitoso precedente sueco

LONDRES.- El ambicioso plan de austeridad británico anunciado la semana pasada debería inspirarse en el efectuado exitosamente por Suecia en los años 90, según expertos escandinavos. 

La gestión de la crisis sueca fue dolorosa, pero resultó saludable porque fue explicada con claridad, según los expertos. "Hay una cosa esencial: no se debe pretender que el plan no va a doler", destaca Jan Larsson, que era entonces director de gabinete del ministerio sueco de Finanzas.
A comienzos de los años 90, la situación en Suecia era similar a la de Europa y el Reino Unido actualmente.
Tras años de especulación y de desregulación del mercado del crédito, la burbuja financiera e inmobiliaria que se había formado explotó en 1991-92, en plena recesión mundial, lo que hundió al país escandinavo en su peor crisis desde los años 30.
Al igual que en el Reino Unido, donde el Gobierno del conservador David Cameron ha anunciado la supresión de medio millón de empleos públicos como parte de un plan para ahorrar más de 80.000 millones de libras (90.000 millones de euros) hasta el final de la legislatura, en 2015, el déficit presupuestario sueco había superado el 10% del PIB en 1994.
La deuda pública estaba disparada al 80% del PIB y cerca de 500.000 empleos se perdieron o fueron eliminados. "Era cerca del 10% de la población activa. Se suprimieron muchos empleos en la industria y también en el sector público", explica Börje Johansson, profesor de economía pública en la Escuela Superior de Comercio de Jönköping.
Además de los recortes en el funcionariado, el Gobierno socialdemócrata diminuyó en los años 1994-1996 las jubilaciones y los subsidios por desempleo, vendió empresas públicas y aumentó las cotizaciones sindicales.
Hacia 1997, la situación mejoró claramente y "desde entonces, Suecia ha tenido globalmente la productividad más elevada del conjunto de la OCDE", dice Johansson, que recomienda "observar de cerca" la experiencia sueca.
En ambos países, la oposición aprovechó la crisis para tomar el poder. Al igual que en el Reino Unido, donde una coalición liberal-conservadora sucedió al Gobierno laborista de Gordon Brown, la derecha sueca perdió el poder en beneficio de los socialdemócratas en las elecciones de septiembre de 1994, en el peor momento de la crisis.
Aprovechando su amplia ventaja en los sondeos, la izquierda sueca anunció por adelantado una fuerte bajada de los subsidios y ayudas y un aumento brutal de los impuestos. "Con esto perdimos alrededor de un 6% de votos en las elecciones, pero de todos modos ganamos y obtuvimos un mandato muy claro", recuerda Jan Larsson, entonces mano derecha del ministro socialdemócrata de Finanzas Göran Persson, que luego fue primer ministro.
Según él, el Gobierno liberal-conservador de David Cameron no ha sido suficientemente transparente en la cura de rigor impuesta a los británicos. "La cosa puede plantear un gran problema. Si se despide a 500.000 personas, hay que preparar el terreno, en caso contrario, el descontento será enorme", añade Larsson.

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