miércoles, 27 de octubre de 2010

La cifra del PIB de EEUU, en posición de influir a los electores y a la Fed

WASHINGTON.- Las cifras oficiales del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense para el tercer trimestre, previstas para el viernes, cobra una particular importancia a pocos días de las elecciones legislativas y de una reunión de la Reserva Federal (FED) que regula la política monetaria. 

El departamento de Comercio ha publicado hoy su primera estimación del Producto Interno Bruto para los tres meses del verano.
Los analistas estiman que el crecimiento económico de Estados Unidos se incrementó un 2% interanual en julio, agosto y septiembre, de acuerdo con sus previsiones medias.
Las cifras del PBI de la primera economía mundial son uno de los indicadores más esperados. Su interés es mayor en esta ocasión, ante la inminencia de las legislativas estadounidenses, el 2 de noviembre, y de la reunión de la Fed que se celebrará antes.
Estiman una aceleración del crecimiento después de la fuerte desaceleración en la primavera, que registró un aumento del PIB de sólo el 1,6% y podrían ayudar a los demócratas del presidente Barack Obama, que vienen detrás en los sondeos.
En su lugar, el anuncio de una desaceleración adicional de la actividad podría repercutir favorablemente en los republicanos, que insisten en los malos resultados económicos del gobierno.
Una vez que se conozca esta cifra, también repercutirá en las decisiones de la política monetaria de la Fed. La Reserva Federal anunció que considera nuevas medidas para apoyar la lenta recuperación económica y los precios, con el fin de impedir una recaída de la economía, como una deflación que podría tener efectos desastrosos.
Los miembros de su Comité de Política Monetaria (FOMC) aparecen sin embargo divididos sobre el tema y varios de ellos dijeron que fijarían su posición después de estudiar los datos sobre el estado de la economía.
Para los economistas de la banca española (BBVA) "un desaceleramiento significativo de la economía sin duda incrementará la posibilidad de" ver a la Fed anunciar nuevas medidas de flexibilización monetaria el 3 de noviembre.
Más allá de la cifra final a difundir el viernes, la evolución de los distintos componentes del PIB, también deberían influir en las decisiones a adoptar por la Reserva Federal.
Al igual que muchos otros analistas, los economistas de Deutsche Bank, afirman que su "pronóstico toma en cuenta una desaceleración en la mayoría de las principales categorías del PIB, con la excepción del gasto de consumo", motor tradicional de la economía de EEUU pero hoy en cámara lenta.
Sin embargo, estiman que el crecimiento económico de los Estados Unidos se aceleró hasta el 2% durante el verano. Según estiman, la desaceleración de las importaciones debería reducir significativamente los desequilibrios comerciales, que perdieron un 4,5% esta primavera.

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