GINEBRA.- El debate sobre cuál es la mejor opción para superar la crisis entre quienes dan prioridad a la lucha contra el déficit y los que apuestan por mantener las ayudas de forma selectiva para no condenar la recuperación, continúa. Hoy ha sido la Organización Internacional del Trabajo (OIT) quien ha tomado partido en la disputa con una clara advertencia: si se continúa con las actuales políticas económicas, la recuperación de los niveles de empleo previos a la crisis se retrasará hasta 2015 en las economías avanzadas.
Además, sobre el caso concreto de España, apunta que insistir en quitar las muletas antes de tiempo provocará más paro por culpa de los desequilibrios que acumula su economía.
Según afirma el organismo dependiente de la ONU en el Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2010: ¿De una crisis a la siguiente?, la retirada prematura de los estímulos agravará los desequilibrios de aquellas economías que, como la española, dependen de la financiación exterior y basan buena parte de su crecimiento en la demanda interna.
Según añade el texto, este factor hará que la tasa de paro estructural de España -aquella que fija el número de personas con ninguna posibilidad de dejar el desempleo- aumente 3,5 puntos porcentuales en 2011 frente a la media de medio punto del resto de la OCDE.
Además, la institución advierte de que el aumento de este paro estructural, que a su vez presionará al alza la tasa de desempleo normal, dificultará la puesta en marcha de políticas de empleo efectivas. Por culpa de sus desequilibrios, recuerda el informe, España siempre ha tenido más problemas que los países de su entorno por recuperar los niveles de empleo en cualquier crisis, algo que también afecta al paro juvenil, destaca la OIT.
En oposición a la retirada de estímulos, la OIT recomienda mantener algunas ayudas de forma selectiva con el argumento de que, pese a que puedan impedir alcanzar los objetivos de recorte de déficit a corto plazo, ayudarán a crear empleo en España, el país desarrollado junto a Irlanda donde más ha aumentado la tasa de paro con la crisis. La recuperación del empleo, argumenta, permitirá aumentar los ingresos e incrementar la actividad, lo que a su vez redundará en beneficio del Estado y podrá dedicar más fondos a devolver el déficit a niveles aceptables.
Sobre la situación del mercado de trabajo internacional, la organización afirma que "han aparecido nuevos nubarrones en el horizonte del empleo" y que "las previsiones han empeorado de manera sustancial en varios países".
"Si bien el empleo ha vuelto a crecer en las economías emergentes y en desarrollo, aún son necesarios más de ocho millones de puestos de trabajo para volver a los niveles de empleo que existían antes de la crisis en estos países", añade la institución.
Ante este panorama, la OIT apuesta por colocar el trabajo en el centro de la recuperación económica y hacer del pleno empleo un objetivo macroeconómico clave, al igual que lo son la baja inflación y las políticas fiscales sostenibles. Para ello, propone, en primer lugar, un "fortalecimiento de las políticas centradas en el empleo para reducir el riesgo de un aumento del paro a largo plazo".
A continuación, propone "fomentar un mayor nexo entre los salarios y las ganancias productivas en países con superávit", para impulsar una rápida creación de empleo sostenible. Finalmente, la OIT apuesta por que se lleve a cabo una verdadera reforma financiera que permita canalizar el ahorro hacia la inversión productiva y la creación de empleo más estable.
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