miércoles, 27 de octubre de 2010

Los cubanos aspiran a manejar su propio negocio, a pesar de los altos impuestos

LA HABANA.- Inconformes por los altos impuestos que deberán pagar, los cubanos interesados en poner su propio negocio acudían el martes a pedir las licencias que comenzó a otorgar el Gobierno, con la esperanza de mejorar su nivel de vida como pequeños empresarios. 

"El Gobierno apretó con los impuestos, casi no te dan margen de ganancias", declaró Julia Pérez, quien pasó buena parte del lunes calculando con su esposo los beneficios que le dejaría alquilar su vivienda a turistas extranjeros, una de las actividades autorizadas en una reforma económica que impulsa el presidente Raúl Castro.
"Serán unos 200 pesos convertibles (con equivalencia con el dólar) al mes (4.800 pesos cubanos), parece mucho, pero es una bobería comparado con el impuesto", añadió la ingeniera que, según las normas, deberá pagar una cuota mensual de 150 pesos convertibles por el alquiler de una habitación de su casa.
Los controles e impuestos que regirán los pequeños negocios fueron publicados el lunes en dos números de la Gaceta Oficial -también colgados en internet- y las Oficinas de Trabajo municipales comenzaron a entregar el martes las licencias.
Según las regulaciones, los 'cuentrapropistas' pagarán al fisco un impuesto de renta del 25% al 50%, un 10% sobre ventas o servicios, un 25% por contratación de fuerza de trabajo y un 25% de contribución obligatoria al seguro social.
Pequeñas filas se formaban el martes en las oficinas municipales que tramitan los permisos, pero algunos sólo iban a plantear sus dudas, la mayoría sobre los gravámenes a pagar.
"Probar suerte y estar dentro de la ley me trajo aquí", declaró Roberto Hernández, de 33 años, y quien llegó a la oficina del barrio del Vedado para pedir licencia de talabartería. Su oficio es uno de los 178 incluidos en el llamado "trabajo por cuenta propia" (privado), autorizados por el Gobierno como parte de su plan de acabar con más de un millón de empleos que sobran en el Estado, el 20% de la fuerza laboral, en los próximos cinco años.
"Los impuestos están altos. En Cuba ningún negocio te da para hacerte rico, solo para vivir por encima de la media", añadió al referirse al salario promedio mensual en la isla, de 400 pesos cubanos (20 dólares).
El ingeniero eléctrico Leonel Carrera, de 42 años, piensa montar un "negocito de comida" rápida, pero coincidió en que el tema de los impuestos podría detener a algunos, en un país sin cultura impositiva. "El gobierno debió haber comenzado con impuestos más bajos para estimular la iniciativa privada", añadió Carrera, que se graduó en 1991 y "nunca" ha trabajado para el Estado "por los salarios extremadamente bajos que paga". Pero, "en fin, no tengo alternativa", asegura. "Hace rato estaba pensando hacer algo para poder vivir mejor. Es ahora o nunca", apuntó el ingeniero.
La mayoría de las actividades ahora autorizadas se realizan ilegalmente -muchas con tolerancia oficial- en una isla donde la economía es controlada en un 95% por el Estado.
El Gobierno, que lanzó una campaña para explicar a los cubanos la necesidad de pagar impuestos como cualquier país del mundo, espera que el sector privado absorba la mayor parte de los 500.000 empleos que eliminará entre este mes y marzo de 2011, frente a una crisis económica, en buena parte causada por la burocracia e ineficiencia.
Pese a los altos impuestos, el taxista Antonio Baró piensa en grande: "Voy a instalar inicialmente una paladar (restaurante), pero tengo espacio en la casa para montar un salón de belleza y hasta un gimnasio". "Así podré dar empleo a los cubanos que se queden cesantes", dice el robusto mulato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario