martes, 19 de octubre de 2010

Los Veintisiete, divididos sobre las nuevas tasas al sector financiero

LUXEMBURGO.- Los ministros de Economía de la Unión Europea siguen divididos sobre los objetivos que deben tener las nuevas tasas que pretenden imponer al sector financiero y sobre el destino que debe darse a los ingresos que generen. Además, los Veintisiete están preocupados por el riesgo de que un banco acabe pagando el mismo impuesto en varios países y por la posibilidad de que las diferentes soluciones adoptadas por los Estados miembros provoquen distorsiones de competencia y deslocalizaciones.

   El Ecofin ha estudiado este martes las diferentes alternativas que maneja la UE para que en el futuro sean los bancos y no los contribuyentes los que asuman los costes de las crisis financieras. La primera posibilidad es crear una tasa bancaria, que gravaría los pasivos exceptuando el capital y los depósitos. El Ejecutivo comunitario quiere que los Gobiernos destinen los ingresos a constituir fondos de resolución para liquidar entidades quebradas, al igual que Alemania, pero Francia, Reino Unido y España ya han anunciado que dedicarán la recaudación a alimentar sus presupuestos.
   A falta de acuerdo en la UE, muchos Estados miembros están introduciendo estas tasas con parámetros diferentes. Ello está provocando "problemas de doble imposición y riesgos de distorsiones de competencia y relocalización de actividades en el sector financiero de la UE", según el informe discutido por los ministros de Economía de la UE. Por ejemplo, las sucursales de bancos suecos, franceses y alemanes en Reino Unidos pagarán dos veces la tasa, mientras que la sucursal de una entidad sueca operando en Polonia no paga nada.
   Para resolver estos problemas, los Veintisiete han acordado reforzar la coordinación entre los diferentes sistemas que se han puesto en marcha y se han comprometido a revisarlos cuando haya acuerdo en la UE. También trabajarán para suprimir la doble imposición con acuerdos a nivel de la UE.
   Por lo que se refiere a la tasa sobre las transacciones financieras, defendida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la última asamblea general de la ONU como herramienta para luchar contra la pobreza, los ministros de Economía de la UE admiten que será "difícil" alcanzar un acuerdo a escala internacional para introducirla dada la oposición de Estados Unidos y rechazan aplicarla de manera unilateral en la UE.
   "Aplicar esta tasa sólo a nivel de la UE puede provocar una distorsión de la competencia significativa y una relocalización de la actividad financiera dentro del sistema financiero internacional, lo que se traduciría en una reducción de los ingresos fiscales", señala el informe.
   Finalmente, los Veintisiete consideran como una "opción viable" imponer al sector financiero un impuesto sobre la actividad bancaria, que gravaría beneficios y salarios, para compensar que está mayoritariamente exento del IVA. Este tipo de impuesto ya existe en muchos Estados miembros y cuenta con el respaldo del Fondo Monetario Internacional.

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