viernes, 15 de octubre de 2010

Protesta internacional para pedir a Japón prohibir la matanza de delfines

MIAMI.- Ecologistas y defensores de los animales, entre ellos Ric O'Barry, ganador del Oscar 2010 por su documental 'The Cove' sobre la matanza de delfines, protestaron en Miami y otras ciudades del mundo para que Japón detenga la caza de los cetáceos, autorizada en ese país. 

Las protestas del 'Día Internacional para Salvar los Delfines de Japón' fueron convocadas por organizaciones ecologistas ante las representaciones japonesas en distintas ciudades del mundo, a fin de condenar la política nipona, que permite una actividad que tiene un fin comercial y es además una tradición.
"Es muy importante enviar un fuerte mensaje al Gobierno de Japón acerca de esta matanza innecesaria de delfines", dijo O'Barry, un ex entrenador de delfines devenido documentalista, y activo defensor de estos animales junto a la organización SaveJapanDolphins, una de las convocantes.
"Soy optimista porque si un buen número de personas protesta en todo el mundo, el Gobierno japonés se verá forzado a detener la emisión de permisos" de caza, agregó el activista, quien saltó a la fama en la década de 1960 tras capturar y entrenar a los cinco primeros delfines protagonistas de la recordada serie de televisión 'Flipper'.
Según los organizadores de esta campaña, el Gobierno de Japón emite 23.000 permisos anuales de caza de delfines a comunidades costeras.
Algunos de los animales son vendidos a acuarios y centros de entretenimientos en distintas partes del mundo, y una gran parte se destinan a la industria alimentaria, que comercializa la carne de delfín.
"Paren la matanza, paren la matanza", gritaron los manifestantes en Miami, donde una participante estaba pintada en todo el cuerpo con heridas sangrantes, a imagen de los delfines impactados por arpones de los cazadores japoneses.
"Lo que buscamos es que la gente piense dos veces cuando compra carne de delfín (que se vende en supermercados en Asia) o antes de comprar un boleto para un espectáculo con delfines", dijo O'Barry. "Ese debería ser el poder real de las películas", añadió el cineasta, en referencia a su trabajo en 'The Cove'.
En la ciudad japonesa de Taiji, la matanza de delfines es una tradición y allí se centró la historia reflejada en su documental.
"En Japón el Gobierno controla los medios y controla la opinión pública", dijo Miwa Hayakawa, una japonesa que vive en Miami y participó de la concentración.
"Mucha gente no sabe de este problema y no es algo que preocupa, aunque hay algunos que saben y están en contra de estas matanzas", agregó.
En Estados Unidos, las protestas fueron convocadas en Miami, Nueva York, San Francisco, Chicago y Los Ángeles, entre otras ciudades. También en Canadá y varios países latinoamericanos, y una larga lista de naciones en Europa, Asia, Medio Oriente y Africa, dijeron los organizadores.
En Nueva York, un pequeño grupo se congregó frente al edificio del consulado japonés mostrando impactantes fotos de las matanzas.
"Todos los animales tienen emociones, pero sabemos que los delfines son unos de los más inteligentes", dijo la activista Claudia Emerson, al lamentar que esta actividad siga vigente en Japón.
El hecho de que esta actividad pueda ser una tradición en alguna parte no le da legalidad, consideró la abogada Edda Ness, otra de las asistentes a la convocatoria neoyorquina. "Alguien podría decir que apedrear a personas hasta matarlas es una vieja tradición, pero eso no le da ningún valor moral", argumentó.

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