Sin acuerdo entre gobierno y oposición para aprobar el presupuesto portugués

LISBOA.- El gobierno socialista portugués, minoritario en el Parlamento, y la oposición de centro-derecha rompieron este miércoles las negociaciones entabladas para alcanzar un acuerdo que garantice la adopción del presupuesto de austeridad para 2011, anunció el jefe de la delegación de la oposición. 

"Considero que mi misión, de carácter técnico, ha dejado de tener sentido, ante la posición inflexible del gobierno", declaró a la prensa Eduardo Catroga, en nombre de la delegación del Partido Socialdemócrata (PSD), la principal formación de oposición al gobierno socialista de José Socrates.

Catroga no precisó si la ruptura de las negociaciones implica que los socialdemócratas vayan a rechazar el proyecto de ley de finanzas cuando sea votado en el Parlamento el 3 de noviembre.

Para sacar adelante el presupuesto de 2011, el gobierno necesita la abstención del PSD. Los demás partidos de oposición han anunciado ya su intención de votar en contra.

Sometido a la fuerte presión de Bruselas y de los mercados financieros, el gobierno socialista presentó a mitad de octubre un presupuesto de un rigor sin precedentes, que incluye recortes de salarios y de las ayudas sociales, así como un aumento de impuestos. El objetivo es reducir el déficit público al 4,6% del PIB a finales de 2011, por debajo del 7,3% esperado este año.

Antes de entablar las negociaciones con el gobierno, el PSD había reclamado que el aumento del IVA se limitara al 22%, y no al 23%, como prevé el gobierno. También reclamó la suspensión de las grandes obras públicas y el mantenimiento de ciertas deducciones fiscales.

"No veo cómo podemos aceptar las exigencias del PSD sin poner en cuestión el objetivo de reducir el déficit", afirmó el ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos. El ministro dijo oponerse a "todo acuerdo que ponga en entredicho la credibilidad del presupuesto a los ojos de quienes prestan dinero" a Portugal.

A finales de septiembre, el primer ministro José Socrates dio a entender que podría dimitir si fracasa el proyecto de presupuesto.