miércoles, 13 de octubre de 2010

Una mayor población mundial afectará al calentamiento global

WASHINGTON.- El mundo probablemente tendrá mucha más gente en el 2100 y los cambios demográficos en esta creciente población -cuántas personas más habrá, qué edades tendrán y dónde vivirán- afectarán a las emisiones que calientan el clima, según reportaron investigadores. 

Disminuir el crecimiento de la población podría tener un profundo efecto en el nivel de emisiones de dióxido de carbono por el uso de combustibles fósiles, descubrieron los investigadores, pero esto por sí sólo no sería suficiente para evitar los impactos más severos por el cambio climático.

Los científicos han vinculado durante mucho tiempo el aumento de la población a las mayores emisiones de gases de efecto invernadero, pero investigaciones previas no se han centrado en los cambios demográficos que podrían ocurrir junto con el crecimiento en el número de personas.

Está previsto que la población mundial sea en general de mayor edad y más urbana para fin de siglo, y es probable que más gente viva en hogares más pequeños en vez de en familias extendidas, informaron investigadores estadounidenses, alemanes y austríacos en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Pero, ¿cuántas personas podría haber? Los investigadores consideraron tres escenarios: una continuación de las actuales tendencias con un aumento de 2.000 millones de personas para el 2050; un crecimiento más lento con unas 1.000 millones de personas más; y un crecimiento más rápido, que podría ver un aumento de población de hasta 3.000 millones para el 2050.

Eso implicaría que alrededor de 9.000 millones personas vivirían en la Tierra, en comparación a los más de 6.000 millones actuales.

Un crecimiento más lento podría recortar las emisiones entre un 16 y un 29 por ciento de la cantidad necesaria para evitar que las temperaturas mundiales causen efectos serios, dijeron investigadores.

Una población que estaría envejeciendo con menor participación en la fuerza de trabajo podría recortar las emisiones en hasta un 20 por ciento en algunos países industrializados.

En general, cuanta más gente hay, más combustibles fósiles se usan, emitiendo más gases de efecto invernadero.

Pero quienes viven en áreas rurales, especialmente en países en desarrollo, usan más biomasa en vez de combustibles fósiles como carbón y petróleo, dijo Brian O'Neill, un autor del estudio, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica estadounidense.

Por lo tanto, un gran traslado del campo a la ciudad podría implicar un mayor uso de combustibles fósiles, especialmente en el mundo en desarrollo.

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