jueves, 7 de octubre de 2010

Uruguay, una costa tramposa punteada por 12 faros

MONTEVIDEO.- El destello del faro de Punta Brava (1876) se refleja en las aguas del Río de la Plata en una noche fría en la austral capital de Uruguay, país con una costa tan cargada de trampas que se debieron levantar 12 de estas torres para señalizarla. 

La accidentada costa uruguaya -con 378 kilómetros sobre el Río de la Plata y 220 sobre el Océano Atlántico- junto con un clima variable que a menudo azota con fuertes vientos y repentinas tormentas, ha sido una celada tanto para los intrépidos navegantes de los tiempos del descubrimiento como de los del GPS.

El suboficial Julio César González, de 42 años, farero de la torre del Cerro de Montevideo, estima que pese a la tecnología, "los faros hoy cumplen la misma función que antes: siguen siendo un punto de referencia".

Se cree que hay entre 1.000 y 2.000 buques hundidos en las costas uruguayas. Ante las enormes pérdidas que causaban los naufragios, la corona española decidió en 1799 construir el faro del Cerro de Montevideo, uno de los primeros de América, inaugurado en 1802.

El aislamiento de estas torres afectó a un farero que operaba el faro de La Panela, inaugurado en 1915 sobre una base de hormigón en medio del Río de la Plata, frente a la costa oeste de Montevideo, para señalizar unas rocas bajo la superficie.

Antes de su automatización, en 1951, La Panela era operada por tres fareros que vivían indecibles penurias en medio del ancho río.

Según el libro 'Costas y Faros del Uruguay', de Miguel García Lescano y Jorge Chouy, llegaron a estar varios meses sin ser relevados, y uno de ellos no soportó el aislamiento: abandonó el faro en una improvisada embarcación y nunca más se supo de él.

Hay que "mantener la mente ocupada", dice el cabo primero Álvaro Fajardo, de 29 años, uno de los dos fareros de la Isla de Flores, 17 kilómetros frente a la costa este de Montevideo, que cambian turnos cada 14 días. 

"Me gusta este trabajo por la tranquilidad, por el paisaje", dice a la Fajardo, quien además de mantener junto con un ayudante el faro limpio, pintado y en funcionamiento, en sus ratos libres lee, cocina, pesca y hace ejercicio.

El faro de la Isla de Flores es un referente para los navegantes desde su inauguración, en 1928, tras más de cuatro décadas de intrigas políticas y diplomáticas por la rivalidad entre los puertos de Montevideo y Buenos Aires. Tanta, que su construcción se concretó durante el dominio luso-brasileño entre 1917 y 1928.

Es que entre la Isla de Flores y el Banco Inglés -también llamado Tragabarcos por ser el mayor cementerio naútico de Sudamérica, unas millas más al sur- está el principal canal de ingreso a la bahía de Montevideo.

Desde 1970, la isla ha sido habitada solo por el farero y su ayudante. Pero sus ruinas, poblada de gaviotas y conejos, dan testimonio de otra historia. Entre 1869 y 1935, los inmigrantes cumplían allí cuarentena obligatoria antes de ingresar a Montevideo. También fue desde principios del siglo XX una prisión, un Alcatraz sin su macizo presidio.

El músico uruguayo Jorge Drexler, ganador de un Oscar en 2005, compuso un álbum titulado '12 segundos de oscuridad' (2006) en Cabo Polonio, el tiempo entre destello y destello del faro de ese lugar ubicado 250 kilómetros al este de Montevideo; su trabajo "más melancólico".

Tras muchos naufragios en la zona, en 1881 se inauguró el faro de Cabo Polonio, un área protegida rodeada de dunas que despliega peligrosas restingas y con tres islas -La Rasa, La Encantada, y el Islote- habitadas por lobos marinos.

Unos 50 kilómetros al oeste se levanta el faro del Cabo Santa María, en La Paloma, inaugurado en 1874, tras la conmoción que causó el naufragio del buque francés 'Lise Amelie', en 1868.

El faro de José Ignacio, otros 40 kilómetros más al oeste, fue inaugurado en 1877 tras varios hundimientos, entre ellos el del barco inglés 'Liffey', en 1874.

Donde termina el Río de la Plata y empieza el Océano Atlántico, se erige el faro de Punta del Este -allí naufragó el 'HMS Aganmenon', de Lord Nelson, en 1809-, inaugurado en 1860 y trasladado desde la Isla de Lobos.

Esa isla a 14 kilómetros de Punta del Este, rodeada de arrecifes rocosos y hogar de la mayor reserva de lobos marinos de Sudamérica, fue causante de más de 60 naufragios entre 1876 y 1905, por lo que en 1906 se instaló allí un nuevo faro que se precia de ser el más alto de América del Sur.

El faro más al oeste de la costa uruguaya está en la Isla de Farallón, frente a la bahía de Colonia (180 kilómetros al oeste de Montevideo).

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