lunes, 22 de noviembre de 2010

La Unión Europea actuó rápido con Irlanda, pero persisten riesgos para Portugal y España

BRUSELAS.- Los europeos actuaron con mayor celeridad que durante la crisis griega para salvar a Irlanda del colapso de su sistema financiero, pero persisten riesgos para Portugal y España, pese a la insistencia de sus Gobiernos de que lograrán salir adelante sin un rescate. 

"Hemos desplegado el paraguas psicológico" para Dublín, "era muy importante contar con él" para calmar los mercados, donde la deuda pública irlandesa y también la lusa y española se han estado disparando, se felicitó este lunes el número dos del ministerio alemán de Relaciones Exteriores, Werner Hoyer.

La Unión Europea (UE) pactó el domingo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Dublín un plan de rescate para el sistema bancario irlandés, cuyas condiciones y monto, que se prevé se eleve hasta 90.000 millones de euros (123.000 millones de dólares), serán precisados antes de diez días.

Los europeos reaccionaron esta vez con relativa rapidez, señal de que sacaron las lecciones de la crisis de déficit que puso a Grecia al borde de la bancarrota a principios de 2010, hasta que no se decidió un plan de ayuda internacional, unos meses después.

El retraso en el rescate encareció su monto final, de 110.000 millones de euros, y puso en peligro los fundamentos del conjunto de la Eurozona. Ahora, la UE confía en haber evitado una nueva hecatombe para el euro en los mercados. "El euro va a conseguir estabilidad gracias a la ayuda de todos los países de la UE" a Irlanda, aseguró la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez.

Pero los expertos se muestran menos optimistas, especialmente por los riesgos de que después de Grecia e Irlanda, otros dos socios miembros de la zona euro sigan en la lista de países necesitados de un salvavidas: Portugal y España.

"Este no será necesariamente el final de la crisis de deuda soberana en la Eurozona", que viene agravándose desde el lanzamiento de millonarias ayudas a los bancos sacudidos por la crisis financiera mundial de 2008-2009, previno el corredor Will Hedden, de IG Index.

"Portugal y España -e incluso Italia- cargan con deudas muy elevadas y podrían eventualmente necesitar un rescate europeo", coincidió la directora de investigación Kathleen Brooks, del sitio web Forex.com.

"El paquete de ayuda aportará un cierto alivio a los países periféricos", pero "habrá que seguir el voto final del presupuesto portugués", previsto esta semana, advirtió un análisis de UniCredit.

Este prevé reducir el déficit público luso de 2011 casi a la mitad, hasta el 4,6% del Producto Interior Bruto (PIB).

El ministro portugués de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, que había urgido a rescatar a Irlanda por el temor a un contagio a su país, se felicitó de la ayuda acordada afirmando que "calma los temores" en los mercados, aunque evitó pronunciarse sobre si ésta pone a salvo definitivamente a Lisboa.

Por su parte, la ministra Jiménez insistió en que el caso español está al margen de la crisis de Irlanda y aseguró que su Gobierno está "cumpliendo todos los objetivos" para volver al equilibrio presupuestario.

"No hay analogías posibles. El caso irlandés es muy específico", reafirmó un portavoz de la Comisión Europea, indicando que España está lidiando la crisis de forma "adecuada" con un riguroso plan de ahorro y que en Portugal, el sector bancario, origen de los problemas para Dublín, es "relativamente sano".

Hoyer evitó nombrar a Portugal y España como los próximos talones de Aquiles de la Eurozona, pero subrayó la "necesidad" de que la unión monetaria se dote de un "marco creíble para proteger a la moneda de los ataques en los mercados". 

"Debemos empezar negociaciones sobre un mecanismo permanente en Europa en la cumbre de líderes de la UE", el 16 y 17 de diciembre en Bruselas, afirmó el responsable alemán.

El plan de rescate para Dublín será financiado a través de un fondo creado tras la crisis griega por un periodo de tres años, hasta junio de 2013, para asistir a cualquier país de la zona euro en riesgo de bancarrota. La mayoría de países europeos son favorables a hacerlo permanente.

Se dispara el riesgo en la periferia del euro

La prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles a diez años respecto a sus homólogos alemanes se situaba a las 17.00 horas en 210,8 puntos básicos, por la incertidumbre respecto al contagio de la crisis de deuda irlandesa al resto de la periferia del euro, incluso después de que el Gobierno irlandés decidiera finalmente solicitar la activación del mecanismo de rescate.


   En concreto, el bono español a diez años ofrecía un rendimiento del 4,75%, frente al 2,65% del interés ofrecido por el 'bund', según los datos del mercado secundario de deuda.

   La presión sobre la deuda española es aún más visible en el diferencial existente en plazos más cortos, como los bonos a tres años, donde alcanza ya los 220 puntos básicos, frente a los 200 puntos de la primera parte de la sesión.

   Respecto al resto de países de la periferia del euro, la prima de riesgo sube de forma generalizada y en Irlanda se sitúa en 563 puntos básicos, mientras la de Grecia alcanza los 928,4 puntos básicos y la de Portugal se sitúa en 413,8 puntos básicos.

   Por otro lado, el coste de los seguros de crédito frente a impago (CDS) de la deuda española escalan hasta 280.300 euros anuales por cada diez millones de emisión, frente a los 260.200 euros del anterior cierre, según los datos proporcionados por CMA.

   Por su parte, los CDS de Irlanda suben a 525,5 puntos desde 506,7 enteros y los de Grecia repuntan a 1.001,6 enteros desde 968,3 puntos, mientras que los seguros de Portugal, al que muchos apuntan como la siguiente víctima de los mercados, suben hasta 457,3 puntos, desde 417,4 enteros.

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