viernes, 26 de noviembre de 2010

Preparan una movilización contra el rescate irlandés y España busca desmarcarse

DUBLÍN.- Los sindicatos irlandeses preparaban este viernes una manifestación para el sábado en Dublín contra el ajuste impuesto para obtener un rescate internacional, mientras Portugal, otro país frágil de la Eurozona, negaba haber pedido ayuda y España buscaba calmar a los mercados. 

"La población tiene que mostrar que hay una alternativa. Es importante que exprese lo que siente frente a un plan que va a aumentar el desempleo", dijo la portavoz de la confederación sindical ICTU, Macdara Doyle.
El plan de ajuste anunciado esta semana prevé ahorrar 15.000 millones de euros hasta 2014 mediante reducciones de las prestaciones sociales, las pensiones de los funcionarios y el salario mínimo, la supresión de casi 25.000 empleos públicos y subidas de impuestos.
Las medidas, destinadas a llevar al 3% el déficit irlandés -contra 32% del Producto Interior Bruto (PIB) este año-, eran una condición previa al millonario rescate aceptado por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El monto de la ayuda, que rondará los 85.000 millones de euros, podría anunciarse en los próximos días.
Pero esto no ha bastado para tranquilizar a los mercados, que siguen convencidos que después de Grecia e Irlanda, Portugal será el próximo país de la Eurozona en pedir un rescate, y temen también un contagio a España.
El Gobierno portugués desmintió este viernes "cualquier presión" del Banco Central Europeo (BCE) y de otros países de la Eurozona para que solicite ayuda financiera internacional, y tildó de "totalmente falsas" las informaciones publicadas por el Financial Times Deutschland.
Alemania y la Comisión Europea también negaron haber presionado a Portugal, que este viernes adoptó definitivamente el presupuesto de austeridad para 2011 destinado a reducir drásticamente su déficit.
En Madrid, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, descartó "absolutamente" un eventual rescate de España, cuando la incertidumbre de los mercados tras el rescate a Irlanda ha elevado a máximos históricos las tasas de interés de la deuda española.
"No hay ningún escenario" posible que contemple el rescate de España, dijo Zapatero y advirtió que "todos los que alimentan esa idea no contribuyen a que esto (la situación) se serene".
En Irlanda, el impopular Gobierno irlandés sufrió un duro revés en las elecciones parciales del jueves en la circunscripción de Donegal (noroeste), por lo que su mayoría en el Parlamento se redujo a sólo dos escaños.
Además, esta ventaja es puramente teórica puesto que dos diputados independientes amenazaron con retirar su apoyo al primer ministro irlandés, Brian Cowen, lo que podría amenazar la aprobación del presupuesto para 2011, primera aplicación concreta del plan cuatrienal.
La oposición, que tiene prácticamente asegurada la victoria en las elecciones anticipadas previstas a principios de 2011, advirtió sin embargo que piensa modificar el plan cuando llegue al poder.
Conscientes de la provisionalidad del gobierno, los sindicatos llamaron a movilizarse contra lo que consideran "una declaración de guerra contra los bajos salarios", según el primer sindicato del país, el Siptu.
"Los trabajadores normales deben pagar por banqueros, promotores y políticos corruptos", dijo Eamon Doyle, del TEEU.
Los sindicatos esperan beneficiarse del descontento popular tras la "humillante" petición de ayuda exterior, pero podrían toparse con la resignación de muchos irlandeses conscientes de que no existe alternativa a la austeridad, y con el temor a que la manifestación degenere en violencia.

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