miércoles, 24 de noviembre de 2010

Ajuste, huelgas y presión de mercados en una nueva tormenta en la Eurozona

BRUSELAS.- La Eurozona se encontraba este miércoles otra vez en el ojo de la tormenta, con un duro plan de ahorro aprobado en Irlanda, la huelga general más importante de la historia de Portugal y una presión creciente de los mercados sobre España. 

Tras la crisis de la deuda griega en la pasada primavera, ahora es el hundimiento de Irlanda bajo las deudas por las inyecciones de dinero a sus bancos el que sembró el pánico en Europa.
Los inversores temen otra vez un contagio a otros países de frágil situación financiera, como Portugal o España.
Hay "sin duda" un "abismo" entre las situaciones económicas de España e Irlanda, declaró este miércoles el secretario de Estado de Economía español, José Manuel Campa, en un nuevo intento del Gobierno socialista por paliar las preocupaciones de los mercados de los últimos días.
Sin embargo, la tasa de interés de las emisiones de deuda española superó el miércoles el 5% por primera vez desde 2002.
Irlanda, Portugal y Grecia también vieron subir las tasas que deben pagar para refinanciar sus deudas, en un mercado de obligaciones de Estado muy nervioso que afectaba incluso a Alemania y Francia.
Presionados por los mercados, los países europeos siguen con sus planes de ajuste, en medio del descontento de sus ciudadanos. En Portugal, profesores, bomberos, empleados ferroviarios, artistas, pilotos y médicos se unieron este miércoles para protestar contra el plan de austeridad del Gobierno socialista, en la mayor huelga general de la historia del país, según los sindicatos.
La huelga tiene lugar cuando el parlamento portugués se apresta a votar de forma definitiva el viernes un presupuesto de austeridad sin precedentes para recortar el déficit del 7,3% al 4,6% del PIB (Producto Interior Bruto).
Este plan de ajuste incluye una bajada de salarios, subida de impuestos y disminución de prestaciones sociales. Su aplicación daría lugar a una fuerte reducción del poder adquisitivo en un país en el que el salario mínimo es inferior a 800 euros.
En Dublín, el Gobierno, al borde de la implosión, dio a conocer este miércoles por la tarde un programa de rigor draconiano tendente a dividir por diez el déficit público hacia 2014, del récord del 32% del PIB previsto para este año a un 3%, límite tolerado por las reglas de la Unión Europea (UE).
Tras un recorte de las prestaciones familiares y de los subsidios al desempleo e importantes supresiones de empleos públicos, el nuevo programa quiere ir aún más lejos reduciendo el salario mínimo. Este plan es presentado como la condición para el otorgamiento de la ayuda financiera internacional acordada el domingo por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El monto de la ayuda alcanzaría los 85.000 millones de euros e incluiría la imposición de un impuesto a los bancos responsables de la crisis, según los medios de prensa irlandeses.
Pero los ajustes y las tensiones no se limitan a los países 'periféricos' de la Eurozona. En Francia, el primer ministro, François Fillon, presentó este miércoles ante la Asamblea Nacional las prioridades de su nuevo Gobierno, entre ellas una amplia reforma fiscal. Fillon defendió el "rigor presupuestario" para reducir el déficit del país. "Tenemos que deshacernos de los déficits para mantener las tasas a los niveles más bajos posibles", dijo.
El Gobierno conservador del presidente Nicolas Sarkozy propone duros recortes para reducir el déficit del Estado en 2011 de 152.000 a 92.000 millones de euros.
Tampoco Gran Bretaña estaba al margen de las preocupaciones y este miércoles miles de estudiantes británicos volvieron a salir a las calles de todo el país para protestar contra la subida anunciada de las matrículas universitarias.
Entre tanto, los mercados bursátiles y cambiarios parecían tomarse un respiro. Las bolsas europeas cerraron en leve alza tras dos días de bajada y el euro se estabilizaba a 1,3366 dólares, frente a los 1,3364 del martes por la noche.

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