viernes, 26 de noviembre de 2010

El optimismo del Gobierno español no logra calmar a los mercados

MADRID.- Las palabras tranquilizadoras del Gobierno español no parecen tener ningún efecto: Madrid ha finalizado la semana en el centro de unas turbulencias bursátiles que no se calman, mientras siguen las dudas en torno a su impermeabilidad a la crisis irlandesa. 

"Para amansar a las fieras, hace falta música", apunta maliciosamente Carlos Sebastián, profesor de Economía de la Universidad Complutense de Madrid, recordando un viejo proverbio español.
Pero la melodía que han tocado estos últimos días los miembros del gobierno socialista no parece contrarrestar el pánico de los mercados.
Este viernes, tras una entrevista del jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el índice Ibex-35, que había abierto en ligera alza invirtió su tendencia hasta finalizar la jornada con una caída del 1,80%, tras haber llegado a caer más del 2%.
Además, la brecha entre el tipo de las obligaciones españolas a diez años y los tipos alemanes (referencia en la zona euro) alcanzó un récord histórico de más de 260 puntos básicos, señal de la incertidumbre de los mercados.
"A los inversores que están apostando a corto por España se van a equivocar", aseguró Zapatero a la radio catalana RAC1, descartando "absolutamente" la eventualidad de un plan de rescate financiero, como fue el caso de Irlanda.
Temiendo tal vez que no se le crea, añadió: "No es que yo transmita confianza simplemente por mi voluntad sino por los datos concretos", especialmente el escaso nivel de la deuda pública que se mantiene 20 puntos por debajo de la media europea ""antes, durante y después de la crisis".
Esta semana, sobre la ministra de Economía, Elena Salgado, ha multiplicado sus intervenciones mediáticas para intentar serenar los mercados.
"No corremos ningún riesgo, porque nuestra economía es muy distinta" de la economía irlandesa, dijo en Punto Radio.
Pero los expertos apuntan a las debilidades de su economía con un crecimiento nulo, una tasa de desempleo récord del 20%, y unas reformas (de las cajas de ahorros, del mercado de trabajo y de las jubilaciones) consideradas insuficientes para reducir el déficit tal como está previsto.
Sobre todo, las palabras del Gobierno no parecen suficientes: España debe aclarar cuanto antes las dudas sobre ella, dijo el jueves el vicepresidente de la Comisión Europea, el español Joaquín Almunia.
"Los mensajes de Elena Salgado no transmiten confianza a los mercados. No puede decir las reformas no se van a acelerar (...) porque es evidente que todavía queda mucho por hacer en este ámbito, y los mercados lo saben", declaró este viernes a El Economista Juergen B. Donges, ex presidente de los cinco sabios, el grupo de economistas que aconsejan al gobierno alemán.
"El Gobierno español debe mostrar con sus actos que sus reformas estructurales llevan hacia alguna meta", afirmó Thomas Mayer, economista jefe del Deutsche Bank, al rotativo alemán FAZ.
Tal vez por ello, este viernes, Salgado adelantó que España va a "reducir ligeramente el volumen" de las emisiones previstas de deuda de aquí a final de año, en lo que parece una medida para tratar de serenar los mercados y mostrar que España cuenta con recursos.
Y es que la incapacidad para calmar los mercados fomenta las especulaciones: el lunes, Cornelia Meyer, presidenta de la consultora MRL Corporation, estimaba en "hasta 500.000 millones de euros" el coste de un eventual rescate de España.
Este viernes, esta cifra virtual aumentó aún más con Donges adelantando "800.000 millones", una suma que "pondría en duda el futuro del euro".

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