miércoles, 3 de noviembre de 2010

La presidenta argentina ratifica el modelo económico al reaparecer en público

BUENOS AIRES.- La presidenta argentina, Cristina Kirchner, ratificó el modelo económico al reaparecer ante una multitud en un acto en Córdoba (centro), en el que se abrió el nuevo ciclo político tras la muerte de su esposo, el ex mandatario y líder peronista Néstor Kirchner.

"Absolutamente todos los recursos intelectuales y económicos del Estado (estarán) puestos a profundizar un modelo industrial de mercado interno y fuerte sesgo exportador", dijo la mandataria al ratificar el rumbo del país.
Unas diez mil personas, según la policía, entre obreros, sindicalistas y militantes peronistas se movilizaron hasta la planta de Santa Isabel, en la periferia de la ciudad de Córdoba (700 kilómetros al noroeste de Buenso Aires), para respaldar a la mandataria en su primer acto público desde la muerte de su esposo y hombre fuerte de la política argentina.
La mandataria encabezó el lanzamiento del modelo 'Fluence', de la automotriz francesa Renault, fabricado en Argentina para toda la región, un símbolo de la pujanza del sector, motor del crecimiento industrial argentino y segundo bloque exportador, por detrás de los granos, precisó la mandataria.
Con vestido negro, la jefa de Estado desveló el vehículo nuevo y se sentó al volante acompañada por Dominique Maciet, presidente en Argentina de la firma automotriz, que cumple 55 años en el país.
"Hoy estoy un poco menos triste porque estoy segura que él está caminando entre ustedes. Gracias por esta Argentina que él ayudó a construir", dijo la mandataria sin nombrar a Néstor Kirchner, en un emotivo y muy aclamado final de discurso.
La primera aparición de la presidenta desde la muerte por infarto de su esposo, el miércoles pasado, y después del multitudinario funeral, ocurrió el lunes por televisión, con un mensaje para agradecer, al borde del llanto, las muestras de dolor y respaldo de centenares de miles de personas.
Para ser sostenible, este modelo necesita "un fuerte mercado interno, con trabajadores con buenos salarios, que participen de la distribución de la riqueza", advirtió Cristina Fernández de Kirchner, haciéndose eco de una reclamación de la central sindical CGT, cuando falta un año para las presidenciales de 2001.
La peronista Confederación General del Trabajo (CGT), con casi siete millones de trabajadores adheridos, es el principal sostén que le queda a Kirchner después de la fuga de líderes peronistas disidentes tras la huelga de las patronales agrícolas que paralizó el país en 2008.
Una ratificación de que se mantendrá la orientación oficial, la pronunció el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al indicar que la central obrera CGT es la columna vertebral del Gobierno.
Entre las medidas que Fernández reafirmó para el futuro figuran "la democratización de los medios, la necesidad de sostener esta economía heterodoxa, el crecimiento de acumulación de reservas (monetarias) y el aumento de la recaudación fiscal".
El jefe de Gabinete también mencionó "el respeto por la palabra empeñada en derechos humanos", desde que los Kirchner impulsaron la anulación de las leyes de amnistía y la reapertura de los juicios contra centenares de acusados de crímenes en la última dictadura (1976-1983).
Otra reafirmación del rumbo económico la dio el ministro de Economía, Amado Boudou, al señalar el martes que Argentina refinanciará su deuda impagada con el Club de París, pero que nunca lo hará con la intermediación del Fondo Monetario Internacional (FMI). El Club de París, integrado por potencias prestamistas, entre ellas Estados Unidos, Alemania y Japón, ha señalado que la única manera de refinanciar con Argentina una deuda por unos 7.500 millones de dólares es que el gobierno se someta a dictámenes del FMI.
Entre las presidencias de Néstor Kirchner (2003-2007) y de su esposa y sucesora, Argentina reestructuró casi el 95% de la deuda pública en mora y canceló en un sólo pago en 2006 su compromiso con el FMI.

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