viernes, 5 de noviembre de 2010

El ex director del FMI Larosiére confía en el esfuerzo de España y Portugal

LISBOA.- El ex director general del FMI y ex presidente del Banco Central francés Jacques de Larosiére expresó hoy su confianza en los esfuerzos de España y Portugal para salir de la crisis económica y su capacidad de superarla por si mismos.

Larosiére, que participo en un acto en Lisboa, reconoció no obstante en declaraciones a los periodistas que los mercados están tardando en "reconocer" esos esfuerzos, debido, a su juicio, al comportamiento de las agencias internacionales de calificación.
El ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI) calificó de "muy valientes" las medidas de control presupuestario que están adoptando los dos países ibéricos y consideró que deben continuar.
En relación al temor de analistas e incluso autoridades portuguesas de que la presión de los mercados sobre la deuda obligue a Lisboa a recurrir al FMI, Larosiére se mostró también confiado en que Portugal, como los otros países europeos presionados por los mercados de deuda, como Irlanda y España, no necesitará ayuda de la institución crediticia.
El ministro portugués de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, declaró el mes pasado que si los intereses exigidos a Portugal para refinanciar su deuda llegaban al 7% el país podía verse obligado a pedir asistencia financiera externa.
Los intereses que penalizan la deuda soberana de Portugal retrocedieron hoy ligeramente tras los máximos de la década, del 6,6%, alcanzados el jueves y que el Gobierno luso achacó a la "especulación".
Los bonos de la deuda lusa a diez años se vendían hoy con un interés del 6,51 por ciento después de haber sobrepasado ayer el nivel más alto desde la introducción del euro en 2002.
La penalización de la deuda pública lusa subió en las últimas semanas por la desconfianza de los mercados hacia la capacidad del país de reducir el déficit fiscal en los presupuestos del Estado para 2011, en los que no se ponían de acuerdo el Gobierno socialista y la oposición conservadora.
Pero finalmente el Parlamento luso aprobó el miércoles los presupuestos, que contienen un severo plan de reducción del gasto y la inversión pública y aumentos de impuestos para bajar el déficit desde el 9,3% en que cerró 2009 hasta el 4,6% en 2011.
El ministro de la Presidencia de Portugal, Pedro Silva Pereira, rechazó el jueves la posibilidad de que Lisboa vaya a necesitar ayuda financiera externa y señaló que la presión de los mercados sobre algunas deudas soberanas europeas trasciende a los afectados y constituye un problema que debe afrontar en conjunto la UE.

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