jueves, 11 de noviembre de 2010

La recuperación necesita de los países ricos, no solo de los emergentes

WASHINGTON.- Un crecimiento bajo de las grandes economías mundiales es la principal amenaza para la recuperación mundial, que no puede depender solo de las economías emergentes, opinó el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, en un artículo publicado este jueves antes de la cumbre del G20 en Seúl. 

Una recuperación completa de la crisis financiera global no puede alcanzarse solo con el crecimiento de las economías emergentes, dijo Geithner, en un artículo conjunto con el ministro de Economía australiano, Wayne Swan, y su par de Finanzas de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, publicado por el diario The Wall Street Journal.
"El principal riesgo para el mundo no es la inflación en las economías avanzadas, en donde las expectativas de inflación son estables y de niveles relativamente bajos. (El riesgo central) es que las economías avanzadas no alcancen el crecimiento que deberían", escribieron los tres responsables.
"Las economías emergentes, aunque crecen rápidamente, de forma colectiva representan solo un tercio del producto (interno bruto) global, y el crecimiento general para todo el mundo todavía no es suficiente", añadieron los dirigentes.
La nota fue publicada este jueves, antes de que fuera inaugurada en Seúl la cumbre del Grupo de los 20 países desarrollados y emergentes, que conjuntamente responden por el 90% de la economía mundial.
La cita de líderes en Corea del Sur esta dominada por divergencias sobre los desequilibrios cambiarios y comerciales en el mundo, en un marco de acusaciones sobre manipulaciones del tipo de cambio por las grandes economías para mejorar su competitividad.
China, además de Alemania y Brasil, acusaron a Estados Unidos de depreciar el dólar después de que la Reserva Federal, el banco central estadounidense, anunciara la compra de bonos del Tesoro por 600.000 millones de dólares, una inyección de fondos en el circuito financiero destinada a alentar el crédito y el consumo en Estados Unidos que hizo caer la cotización del billete verde.
El presidente estadounidense, Barack Obama, y ahora su secretario del Tesoro buscan defender las políticas de impulso al crecimiento adoptadas en Estados Unidos, remarcando que las economías desarrolladas y especialmente la norteamericana deben crecer para bien de la recuperación económica mundial.
Los países deben trabajar juntos para conjurar esta "recuperación de dos vías" -con lento crecimiento en naciones desarrolladas y rápido en países emergentes-, y desarrollar "un nuevo marco de trabajo para cooperar para permitir tasas de cambio que reflejen los fundamentos económicos y apoyen las reformas estructurales que se necesitan", señalaron los ministros.
Las divergencias entre Estados Unidos y China son evidentes antes de la Cumbre, con los estadounidenses acusando a sus homólogos chinos de mantener artificialmente desvalorizada su moneda para impulsar sus exportaciones y Pekín replicando con críticas sobre la política norteamericana con relación al dólar.
Países como México y Brasil han insistido en que el G20 debe buscar un acuerdo que evite desequilibrios cambiarios que perjudican a naciones eminentemente exportadoras.
Precisamente, el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, cuestionó este jueves a los países que "están procurando desvalorizar sus monedas para que las mercaderías queden más baratas". Esa es una "guerra cambiaria que se transforma en guerra comercial", señaló.
Brasil, octava economía mundial, tiene la más valorizada de las monedas entre las economías del G20, según recientes estudios, una tendencia alimentada por el fuerte ingreso de divisas a su mercado nacional.
Su gobierno criticó duramente la decisión de la Fed por temores de que el dinero lanzado al mercado genere burbujas especulativas en naciones emergentes.
El gobierno brasileño ha llamado a los países ricos a tomar medidas que alienten el consumo en sus mercados.

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