jueves, 4 de noviembre de 2010

Las tensiones políticas predominan en las cumbres del G-20 y Asia-Pacífico

TOKIO.- Los gobernantes de las principales economías del orbe sostendrán la semana entrante dos cumbres consecutivas en Asia, pero las tensiones políticas regionales _algunas atribuibles a una actitud más enérgica de China_ podrían minar sus esfuerzos para proyectar unidad frente a una recuperación débil de la economía mundial. 

En Seúl, donde los gobernantes del Grupo de las 20 economías mayores del mundo se reunirán el 11 y 12 de noviembre, persisten las tensiones debido al hundimiento de un barco de guerra surcoreano a principios de año y del que se responsabilizó a Corea del Norte.
Japón, que el 13 y 14 será anfitrión de la reunión anual del Foro para la Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC por sus siglas en inglés), se ha enzarzado en disputas territoriales encendidas con China y Rusia. Esas disputas han agitado el rencor en los tres países y ya tienen consecuencias económicas.
Aunque no es punto de los temarios oficiales, el surgimiento económico de China con seguridad dominará las numerosas reuniones directas que sostendrán los gobernantes al margen de las cumbres. China ha ampliado sus actividades marítimas, aumentado su influencia política y económica, y tiene relaciones tensas con Washington a causa de la política cambiaria de Beijing.
Los presidentes Barack Obama, de Estados Unidos, y Hu Jintao, de China; el primer ministro de Japón, Naoto Kan, y otros gobernantes buscarán minimizar las disputas durante las cumbres en un intento por mostrarse como un frente unido para el sostenimiento de la recuperación económica mundial, en la que persiste la debilidad.
Al menos a primera vista, los temas económicos dominarán los temarios de ambas cumbres.
Casi la mitad de esos gobernantes, Obama incluido, asistirán a ambas cumbres, cuya realización casi consecutiva fue concertada para acomodarla a las agendas de los mandatarios.
La realización de ambas cumbres en Asia es una coincidencia parcial aunque también refleja la importancia creciente de la región.
El motivo principal de la cumbre del G20, que reúne a los gobernantes de las naciones industrializadas ricas como Estados Unidos, Alemania y Japón, así como a los de economías emergentes como Brasil, India y China, es la concertación de medidas que impidan una nueva crisis financiera global.
La cumbre es la quinta de los gobernantes desde la que sostuvieron a finales del 2008 a fin de diseñar una acción global para hacer frente entonces a la desaceleración de la economía mundial.
El temario de la cumbre incluye el establecimiento de fechas para el cumplimiento de objetivos como una reducción de los superávit comerciales que por otro lado causan déficit de cuenta corriente.
El mayor punto de preocupación es el enorme desequilibrio comercial que Estados Unidos tiene con países en desarrollo, como China, que registran grandes superávit. Estados Unidos compra más de lo que vende al resto del mundo.
Las naciones del G20, que representan 85% de la economía global, también estudiarán propuestas para la concertación de una reforma financiera, como reglas y supervisiones más estrictas para los bancos grandes y otras instituciones.

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