miércoles, 24 de noviembre de 2010

Borrell aboga por una drástica reforma fiscal con impuestos ecológicos

MADRID.- El presidente del Instituto Universitario Europeo de Florencia, el ex eurodiputado y ex ministro socialista José Borrell, sostiene que la salida a la crisis pasa por fomentar el crecimiento, lo que no es posible con las vigentes políticas de austeridad. Su apuesta es una reforma fiscal "drástica" que penalice las rentas altas, incluya impuestos ecológicos y baje los impuestos a las rentas que consumen. 

   En una conferencia dentro de la jornada "Hacia un nuevo modelo económico" organizada por la Fundación Sistema que preside Alfonso Guerra, Borrell ha explicado que, en la actual situación de crisis, se están aplicando dos tipos de recetas.
   Por un lado, Estados Unidos mantiene la idea de compensar con inversión pública la caída de la demanda privada, mientras que las fuerzas dominantes en Europa han decidido que la UE transite por el camino del ajuste y del recorte. Borrell no ocultó sus simpatías por la primera opción, pues cree que sin los planes de relanzamiento de Barack Obama "el trompazo" causado por la crisis habría sido aún mayor.
   Además, sostiene que el problema de la austeridad es que dificulta el crecimiento y sin crecimiento no hay reducción del déficit porque caen los ingresos fiscales y aumentan los gastos para compensarlo. "Mi temor es que las políticas de austeridad reduzcan aún más el crecimiento", advirtió.  
   Citó como ejemplo el caso de Irlanda, que fue el primer país en aplicar políticas de austeridad "en grado sumo" y sin embargo "no parece que le haya ayudado en exceso". Y abundó recordando que los bancos irlandeses pasaron con nota las pruebas de estrés antes del verano y sin embargo ahora están en venta.
   Las dos escuelas se examinarán a medio plazo cuando se vean los resultados en Estados Unidos y en el Reino Unido, países similares y cada uno con su propia moneda, que siguen las recetas opuestas.  
   A su juicio, en Europa la única estrategia para salir de la crisis es potenciar las rentas que consumen, las que hacen aumentar la demanda. Consciente de que en el actual contexto es "muy difícil" aumentar los salarios nominales, abogó por rebajarles el esfuerzo fiscal y compensarlo con impuestos ecológicos ('Impuesto carbono' en la UE) y para las rentas más altas.
   Su conclusión es que hace falta una "drástica reestructuración fiscal" porque a lo largo de los últimos años "se han dado regalos a colectivos muy poderosos" que ahora hay que corregir. "Si no se corrige la distribución de las rentas, no hay salida a la crisis", enfatizó.  
   En cuanto a la conveniencia de que el sector financiero pague los platos rotos de la crisis, el ex ministro advirtió un "cambio de actitud" en Francia y Alemania en favor de esa idea, mientras que España y todos los países que dependen de la estabilidad de los mercados se han mostrado muy críticos. Y es que, según explicó, si se le dice a la banca que no va a recibir lo que prestó, favorecerá la voracidad de los mercados contra esos países para evitar sus pérdidas.

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