sábado, 20 de noviembre de 2010

Consejo de ministros urgente en Irlanda para afinar un nuevo plan de austeridad

DUBLÍN.- El Gobierno de Irlanda se reunirá mañana domingo en un consejo de ministros extraordinario para aprobar un nuevo plan de austeridad, en torno a negociaciones con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para una ayuda de varios miles de millones de euros. 

El consejo de ministros tendrá lugar "probablemente" en la tarde del domingo, precisó un portavoz del primer ministro irlandés, Brian Cowen.
La reunión estará dedicada a determinar nuevas medidas de austeridad que prepara el país desde hace semanas, agregó, y no al plan de ayuda internacional que se negocia actualmente en Dublín, precisó, agregando sin embargo que "los dos están vinculados".
El plan irlandés tiene por objeto llevar el déficit público, actualmente de 32% del Producto Interior Bruto (PIB), al 3%, en conformidad con las exigencias de la Unión Europea.
Este plan debería ser anunciado "a comienzos de la semana próxima", precisó el portavoz, pero su adopción podría darse desde el lunes si es aprobado por el consejo el domingo.
Los expertos de la UE, del FMI y del Banco central europeo reunidos desde el jueves en Dublín han revisado dicho plan para determinar el plan destinado a salvar los bancos irlandeses aplastados por las deudas.
A cambio de este plan de socorro de un monto entre 40.000 y 100.000 millones de euros, según estimaciones de los medios, las instancias internacionales podrían exigir un endurecimiento de las medidas de restricción presupuestaria.
Al parecer, los expertos dudan del crédito que puede acordarse al plan irlandés, teniendo en cuenta un repunte económico menos importante que lo previsto.
De todas maneras, los irlandeses ya está sometidos a una austeridad sin precedentes, que comprende una baja drástica del salario de los funcionarios, supresión de empleos en el sector público y recortes a diestra y siniestra.
Este plan de rigor fue decidido por el gobierno de Dublín después de que el déficit público se disparó, debido a una inyección de unos 50.000 millones de dólares en los bancos que hizo el Estado, es decir un tercio del PIB irlandés.
Estas medidas de austeridad son cada vez menos aceptadas por la población. Importantes manifestaciones tuvieron lugar recientemente en el país y una nueva prueba de fuerza está anunciada por los sindicatos, el sábado próximo en Dublín, en vista a la presentación del presupuesto para el año 2011, el 7 de diciembre.
De hecho, se trata del cuarto plan de rigor desde que comenzó la crisis en 2008.
En estas condiciones, la impopularidad del primer ministro alcanza verdaderos récords, con sólo un 11% de opiniones favorables, según un reciente sondeo.
El partido en el poder, el Fianna Fail, es dado perdedor en una elección legislativa parcial que tendrá lugar el jueves en Donegal, en el noroeste.
La pérdida de este escaño reduciría aún más la frágil mayoría del gobierno, pasando de tres diputados actualmente a sólo dos.
En este contexto, la oposición multiplica los llamados a la dimisión del gobierno, apoyándose en el descontento de la población que considera como una "humillación" pedir ayuda exterior para solucionar el problema de la deuda irlandesa.

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