PARÍS.- Los países pescadores de atún rojo reunidos en París optaron el sábado por una casi estabilidad de las cuotas de pesca para 2011, provocando una inmensa decepción entre las asociaciones ecologistas que pedían una reducción drástica, necesaria según ellas, para salvar la especie.
Después de 10 días de intensas negociaciones a puerta cerrada, los 48 países pescadores adoptaron en sesión plenaria de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA,en español, o ICAAT, en inglés) limitar a 12.900 toneladas las cantidades de atún rojo pescado en 2011, frente a las 13.500 toneladas autorizadas en 2010.
"Una vez más, negaron al atún rojo la protección que necesita desesperadamente", lamentó Sue Liebermann, responsable de la política de pesca de la ONG estadounidense PEW.
Esta reunión es "un sonado fracaso para el atún rojo", estimó por su parte la ONG Oceana. "Está claro que los países que se han reunido en París no estaban dispuestos a proteger las especies de las que eran responsables", comentó Michael Hirshfield, jefe de la delegación de la ONG.
Las asociaciones ecologistas pidieron desde el principio una reducción de la cuota a 6.000 toneladas en 2011.
La reducción a 12.900 toneladas "no puede verse más que como un gesto simbólico", comentó un participante, que pidió el anonimato.
Japón, que se lleva el 80% de atún rojo pescado en el Mediterráneo, reclamó por su parte controles más severos para acabar con la pesca ilegal y el mercado negro de esta especie, cuya carne refinada es muy demandada para los sushis y los sashimis.
El conjunto de decisiones sobre el control de la pesca no había sido comunicado el sábado a finales de la tarde.
La Unión Europea logró difícilmente ponerse de acuerdo sobre una postura común a favor de un mantenimiento de la cuota o una ligera reducción, sin cifrarla, antes de llegar a París.
El acuerdo prevé también una ligera redistribución de las cuotas entre los países pescadores, en particular entre Argelia, Libia, Turquía y Egipto. La parte que le corresponde a la UE, esencialmente a Francia, España e Italia, se mantiene alrededor del 56% de las cuotas.
La CICAA también anunció durante el día haber decidido proteger a partir de ahora media docena de especies de tiburón, entre ellos el tiburón martillo, víctimas de sobrepesca en el Atlántico para abastecer los mercados asiáticos. Los tiburones se encuentran desde hace cientos de millones de años a la cabeza de la cadena alimentaria marina, pero son especialmente vulnerables a los riesgos de sobrepesca porque crecen lentamente y se reproducen en pequeñas cantidades.
La CICAA también adoptó la obligación para los pescadores profesionales de retirar las redes y anzuelos de las tortugas de mar que han sido capturadas de forma accidental antes de devolverlas al mar.
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