domingo, 21 de noviembre de 2010

EEUU y la UE piden evitar una devaluación competitiva de las principales divisas

LISBOA.- Estados Unidos y la Unión Europea (UE) exhortaron a evitar una carrera de devaluaciones de las principales divisas mundiales, durante una cumbre entre ambas potencias en Lisboa. 

El presidente estadounidense, Barack Obama, y los líderes europeos se comprometieron en nombre de sus países y a la vez llamaron a sus socios del G20 a "evitar una devaluación competitiva o políticas de tasas de cambio que no reflejen" la situación económica real, en un comunicado conjunto.
"Hemos reafirmado la necesidad de que las divisas se correspondan con los mercados, y de que los países con amplios excedentes favorezcan la demanda interna", declaró Obama en una rueda de prensa, tras unas conversaciones que duraron menos de 90 minutos.
Obama dijo también que lo mejor que podía hacer por Europa era garantizar el crecimiento de la economía estadounidense, reconociendo que será una "tarea difícil".
La semana pasada, en la cumbre del G20 en Seúl, Obama desplegó una ofensiva diplomática sobre el yuan chino. Washington acusa regularmente a Pekín de mantener el yuan artificialmente bajo para favorecer sus exportaciones e inflar aún más su excedente comercial, en detrimento de la industria estadounidense.
En respuesta, China, y otros grandes países exportadores como Alemania, además de los países emergentes, criticaron a la Reserva Federal estadounidense por su reciente decisión de inyectar 600.000 millones de dólares en la economía norteamericana, para estimular su crecimiento.
Según ellos, la medida del banco central estadounidense contribuirá a deprimir el dólar, encareciendo así sus divisas, y a favorecer la entrada en los países emergentes de capitales especulativos, susceptibles de crear burbujas.
No obstante, las 20 principales economías industrializadas y emergentes del planeta se comprometieron a abstenerse de devaluaciones competitivas de divisas como medida para favorecer las propias exportaciones y la salida de la crisis actual.
La ambición de la cumbre de este sábado era recuperar el tiempo perdido tras la anulación de una cita precedente, a finales de mayo en Madrid, con el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
La reciente crisis bancaria irlandesa estuvo de telón de fondo de la reunión, dado que los estadounidenses se mostraron abiertamente preocupados en los últimos días por sus consecuencias en el sistema financiero internacional.

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