jueves, 11 de noviembre de 2010

El avión de combate, estrella de las ventas de armamento en el mundo

ESTOCOLMO.- Los aviones de combate representaron un tercio de las ventas mundiales de armamento de gran envergadura en los cinco últimos años, con Estados Unidos como principal vendedor e India, Emiratos Árabes Unidos e Israel como mayores compradores, según un informe. 

En un informe publicadoanoche, una semana antes del gran salón aeronáutico de Zhuhai, en China, el Instituto internacional de investigación para la paz de Estocolmo (SIPRI) indicó que de 2005 a 2009, Estados Unidos vendió 341 aparatos (frente a los 286 vendidos en el quinquenio anterior), Rusia 219 (frente a 331) y Francia 75 (58).
El instituto independiente, en parte financiado por el Estado sueco, destaca además que estos aviones de combate no son sólo defensivos y que representan una importante amenaza de desestabilización en numerosas regiones en que son utilizados.
En el período examinado, apenas once países han producido aparatos de combate: Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Suecia, India y Japón a título individual, más Alemania, Italia, España y Gran Bretaña, dentro del consorcio Eurofighter. Sin embargo, la lista de clientes es mucho más larga, con 44 países. Así, Venezuela (24 aparatos) Argelia (32), Bangladesh (16), Jordania (36), Pakistán (23), Siria (33) o Yemen (37) también han comprado aviones de combate.
Estados Unidos se dotó de 33 aviones suplementarios, mientras que Rusia no reforzó su flota.
Sólo India (115), Emiratos Árabes Unidos (108) e Israel (82) suman casi un tercio de las compras. Otros grandes compradores se sitúan igualmente en regiones con "serias tensiones internacionales", según el informe.
Aunque "a menudo se presentan como una de las principales armas de defensa, estos mismos aviones dan a los países poseedores la posibilidad de atacar fácilmente países vecinos en lo más profundo de su territorio, con pocos avisos", explica Siemon Wezeman, responsable del programa de ventas de armas en el SIPRI. Sus comentarios se ven ilustrados por el ataque aéreo de Israel contra Siria en septiembre de 2007, o los ataques de la aviación rusa en Georgia durante el conflicto de agosto de 2008.
"Las adquisiciones de aviones de combate pueden tener claramente un fuerte efecto de desestabilización en ciertas regiones", añade el investigador.
El informe incide también en que "si bien la venta de misiles balísticos y de crucero (...) está controlada de forma muy estricta, en parte por su capacidad de llevar armas nucleares o de destrucción masiva, la venta de aviones de combate de alta tecnología y de misiles aire-tierra capaces de transportar cabezas nucleares no lo está".
Para los países exportadores, el interés económico es grande, ya que un avión de combate perfeccionado cuesta "40 millones de dólares por unidad o más", hace valer el SIPRI, matizando que el precio siempre es difícil de evaluar.
Los Estados vendedores alientan, por ello, los contratos. El SIPRI menciona a propósito los contratos de venta -que pueden incluir otros servicios aparte de los aparatos en sí- de 72 Eurofighters a Arabia Saudí por entre 6.000 y 7.000 millones de dólares, de 24 F/A-18E estadounidenses a Australia por 4.800 millones de dólares o de 40 Su-30MKI rusos a India por 1.500 millones.
El interés lucrativo explicaría también la dura competición entre Francia, Suecia y Estados Unidos para venderle a Brasil 36 cazas, Rafale (del fabricante Dassault), Gripen NG (de Saab) o F/A-18 Super Hornet (de Boeing).

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