viernes, 5 de noviembre de 2010

El BCE critica los estímulos fiscales en España en 2007 y 2008

FRANCFORT.- El economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Jürgen Stark, considera que los estímulos fiscales aplicados por España e Irlanda en 2007 y 2008 representan un ejemplo de "políticas inapropiadas" y advierte de que la situación fiscal de algunos países de la zona euro es "muy seria".

   "Han existido ya políticas inapropiadas, como los estímulos fiscales en España e Irlanda en 2007 y 2008, en Portugal en 2009, y en Grecia hasta 2009, antes de que los mercados financieros forzaran un cambio drástico, primero en la confianza del mercado y posteriormente en las políticas fiscales de estos países", señala el economista jefe del BCE en un informe titulado 'Los beneficios de la consolidación fiscal en aguas desconocidas', elaborado por el propio Stark junto a los economistas de la institución Philipp Rother y Ludger Schuknecht.
    Asimismo, los autores del informe reconocen que las experiencias de estas cuatro economías suponen buenos ejemplos de lo poco que se sabe sobre los ratios sostenibles de deuda y acerca de lo fuertes, rápidos y no lineales que pueden llegar a ser las reacciones del mercado.
    En el caso de España, el documento destaca que el endeudamiento agregado de hogares y empresas, junto a la deuda pública del Estado alcanzó en 2009 el 279,3% del PIB, frente al 159,6% que representaba diez años antes.
   En concreto, el endeudamiento de los hogares pasó del 42,8% en 1999 al 86% en 2009, mientras el de las empresas no financieras alcanzó el 140% desde el 54,4% de hace una década. Por contra, el endeudamiento general del Gobierno se redujo al 53,2% en 2009, frente al 62,3% de 1999.
   Por su parte, en el conjunto de la zona euro el dato agregado se situó en 2009 en el 249,1% del PIB, frente al 193,4% registrado en 1999. Los hogares de la zona euro elevaron su endeudamiento al 65,8% desde el 49,6%, mientras que las empresas pasaron del 71,9% al 104,6%, y en el caso de la deuda gubernamental se situó en 2009 en el 78,7% del PIB, frente al 71,9% de hace diez años.
   "La situación fiscal en los países de la eurozona y del G7 con niveles muy elevados de deuda pública, tendencias insostenibles de endeudamiento e importantes e inciertas obligaciones contingentes es muy seria", advierten los autores.
   Sin embargo, los economistas del BCE subrayan que la financiación de la deuda pública no ha sido un problema para la mayor parte de los países hasta ahora, aunque los partícipes del mercado se han cuestionado la sostenibilidad de la deuda de algunos países, por lo que defienden la necesidad de una significativa consolidación "sin demora" en Europa y otras economías avanzadas.
   "Incluso en el corto plazo, los beneficios de la consolidación probablemente superan a los costes", destacan los autores, que sostienen que este proceso es necesario para apuntalar la confianza en la solvencia a nivel de los países y prevenir injerencias exteriores adversas.

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