jueves, 11 de noviembre de 2010

El cambio climático representa una amenaza para la seguridad alimentaria

MADRID.- El cambio climático representa una amenaza muy seria contra la seguridad alimentaria, advirtió el el director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Víctor Villalobos, en un seminario en el que representantes de la Unión Europea y de Iberoamérica dudaron de que se logre un acuerdo ambicioso en diciembre en Cancún. 

"Mientras la demanda crece de manera acelerada, la oferta lo hace de modo más lento; entre otras razones porque cada vez son menores las posibilidades de ensanchar la frontera agrícola y por el impacto de los fenómenos climáticos en la producción agroalimentaria", destacó Villalobos en la apertura del seminario 'Cambio climático: desafíos y oportunidades para la agricultura', convocado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Unión Europea (UE) y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).
Según el director del IICA, la pobreza y la desigualdad en América Latina y el Caribe -donde el 35% de la población es pobre y un 14% indigente- agravan el problema.
"La manera en la que actualmente se producen los bienes agrícolas no es la más adecuada para garantizar la gestión sustentable de los recursos naturales", debido a un uso intensivo del suelo, del agua y de agroquímicos que en muchos casos son contaminantes, añadió.
La agricultura es responsable del 12% de la emisión de gases con efecto invernadero, del 48,3% de la deforestación y utiliza el 70% del agua disponible. Además, poco más del 50% de los productores emplea sistemas ineficientes e inadecuados de riego, recordó.
Según Villalobos, entre 1970 y 2008 se perdieron 81.000 millones de dólares por causas hidro-meteorológicas, como prolongadas temporadas de lluvias o sequías o heladas más tempranas, eventos que ocurren cada vez con mayor frecuencia y no son fácilmente predecibles. "La agricultura tiene que adaptarse a estos cambios y seguir produciendo", indicó el director del IICA. En ese sentido, explicó que el instituto promueve construir un nuevo paradigma tecnológico para la agricultura, que contribuya a un desarrollo pleno, que ayude a mejorar los ingresos de los países, sea fuente de seguridad alimentaria y mitigue los efectos del cambio climático.
Cuando faltan 19 días para el inicio de la conferencia mundial sobre cambio climático de Cancún, el jefe de la delegación europea en Uruguay y Paraguay, Geoffrey Barrett, estimó que esta reunión "no va a solucionar todos los problemas derivados del reto climático". "Somos conscientes de que este desafío global no va a poder remediarse en un solo encuentro más. Sabemos que se necesita mucho más trabajo, más convocatorias y mucha más voluntad política", indicó Barrett.
"Necesitamos urgentemente ponernos de acuerdo sobre los planes y las medidas a adoptar de aquí a 10 años", añadió no obstante. "Hay muchas propuestas, muchas opciones, muchos caminos. Pero esta diversidad no nos tiene que dividir. Al contrario. La respuesta al desafío climático pasa precisamente por la creatividad".
La culminación del proceso de negociación iniciado en el seno de las Naciones Unidas está entre las manos de Estados Unidos y de China, los mayores contaminantes del planeta y que se oponen a toda obligación jurídicamente coercitiva en materia de reducción de gases con efecto invernadero.
Para el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, la negociación sobre el calentamiento global será larga y "espinosa".
"Es un tema difícil y lo hemos visto en Copenhague", estimó Iglesias. "Si este tema no logra concitar una altísima responsabilidad solidaria en el mundo, vamos a tener un largo camino muy espinoso. Y yo tengo mis dudas de que tengamos en Cancún resultados demasiado ambiciosos". De todas formas, consideró que "hay que continuar negociando".

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