miércoles, 17 de noviembre de 2010

El gasto español en alimentación y bebidas se reduce un 4%, con mayor retroceso en bares y restaurantes

MADRID.- El gasto de los españoles en productos de alimentación y bebidas se situó en 86.851 millones de euros el pasado año, lo que supone un descenso del 4% respecto al ejercicio precedente, con una caída más acusada en los establecimientos de hostelería y restauración (-10,2%), que en hogares (-2%) e instituciones (-2,7%).

   Durante la presentación del estudio 'Alimentación en España', que elabora anualmente Mercasa, la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, afirmó que se constata una estabilidad en el volumen consumido, aunque el gasto se reduce por la bajada de precios.
   Esta tendencia se confirma en los datos de los últimos doce meses, entre octubre de 2009 y septiembre de 2010, según aseguró la ministra, quien destacó que este tipo de estudios contribuyen a "saber la verdad para actuar".
   Aguilar remarcó que el consumidor ha cambiado, especialmente en el actual contexto de "crisis global, dura y compleja", que ha motivado un desplazamiento del consumo extradoméstico al hogar.
   El informe de Mercasa pone de manifiesto que, del gasto total en alimentación, el 74,7% corresponde a los hogares y un 22,3% a los establecimientos de hostelería y restauración, por debajo del 30% que se registraba antes de la crisis.
   Así, el número de salidas a comer fuera de casa se redujo un 4,5% y el presupuesto dedicado a cada salida, un 2,1%, con un ticket medio de 4,28 euros. Por contra, se mantienen los desayunos fuera de casa y se sale con más frecuencia a tomar el aperitivo, a pesar de que cuesta un 5,5% más, por lo que el estudio plantea una posible sustitución de las salidas a comer por tomar el aperitivo.
   Respecto al consumo en el hogar, el gasto por persona en alimentos y bebidas se situó en 1.419 euros el pasado año, lo que representa una media mensual de 118,3 euros, casi 4,5 euros por debajo del gasto medio del ejercicio anterior. La marca blanca continúa ganando peso en la cesta de la compra y sólo un 8,4% de los consumidores manifiesta no adquirir nunca productos de marca del distribuidor.
   Aguilar reconoció que el factor precio ha cobrado importancia a la hora de elegir el establecimiento de compra, pero remarcó que la calidad "debe ser la seña de identidad".
   Tras destacar el avance de las exportaciones en el sector agroalimentario, instó al sector a realizar un "esfuerzo suplementario" para incrementar la presencia en el exterior. "Necesitamos emprendedores que sean capaces de asumir los retos que tenemos", dijo.
   En materia de precios, la ministra puso de manifiesto la "presión" existente sobre la cadena agroalimentaria desde 2007, que deja en una "difícil" situación a los eslabones "más débiles", como la producción, por lo que fijó como uno de los objetivos de su agenda política el fortalecimiento de la transparencia, la vertebración, la eficiencia y el equilibrio de la cadena.
   Por otro lado, destacó que la presentación del estudio ha coincidido con la declaración de la dieta mediterránea como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco, que, en su opinión, representa una "oportunidad y un reto al que hay que responder".

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