sábado, 13 de noviembre de 2010

Eric Maskin, premio Nobel de Economía 2007, no ve quiebra en ningún país de la Unión Europea.

MADRID.- El premio Nobel de Economía 2007, Eric Maskin (Nueva York, 1950), ha pasado por España para participar en el XXV aniversario de Fedea en plena crisis de confianza en la deuda periférica de la Eurozona. En una entrevista concedida a Intereconomía Business, el economista estadounidense, profesor de Ciencias Sociales en el Instituto de Estudios Avanzados y catedrático de Princeton, se muestra crítico con las medidas de control del déficit aprobadas por el Gobierno español, da un no rotundo al patrón oro y hace una contundente defensa del programa de Quantitative Easing (QE2) aprobado por la Reserva Federal. Lo entrevista 'La Gaceta', de Madrid.

-¿Qué opina de la crisis de deuda periférica? ¿El miedo al ‘default’ está justificado o es una sobrerreacción del mercado?
-Creo que lo que se ha plasmado en el mercado de bonos es una exageración, una reacción desproporcionada. La Unión Europea ha dicho que acudirá al rescate de los países para evitar que caigan en bancarrota. Grecia no cayó en default, fue rescatada. Si creemos a la UE, y no hay motivo por el que no debiéramos hacerlo, ni Portugal ni Irlanda ni España son tan arriesgadas como sugiere el mercado.

-En junio calificó usted las medidas recién aprobadas por el Gobierno español de “desafortunadas”. ¿Qué estamos haciendo mal?
-La teoría económica dice que en los tiempos de declive económico, con altas tasas de paro y muchos recursos sin utilizar, reducir el déficit no debe ser la prioridad. Lo primero debe ser volver a poner a la gente a trabajar, que todos los recursos vuelvan a estar en funcionamiento. Cortar el gasto en un momento así va en contra de lo que la Economía considera que se debe hacer.

-Zapatero ha pedido en el G-20 a los líderes mundiales que hagan de la creación de empleo su prioridad en la lucha contra la crisis. ¿Cree que Zapatero ha sido escuchado?
-Otros países comparten los problemas de desempleo, aunque quizá no de forma tan severa como en España. En Estados Unidos, uno de cada 10 trabajadores no tiene trabajo, una tasa muy alta para los estándares americanos. EE UU ha escuchado a Zapatero, pueden estar seguros.

-Pero en la reunión se ha hablado de otros asuntos, como la llamada ‘guerra de divisas’.
-Sí, y siento que haya adquirido esa importancia. La guerra de divisas es una distracción. No es un asunto serio. Sí lo son el desempleo y la recuperación económica.

-Uno de los temas candentes es el nuevo QE2 de la Fed, la compra de 600.000 millones de dólares en bonos. ¿No es una contradicción criticar a China por mantener su divisa artificialmente baja y después aprobar una medida que devalúa el dólar?
-Creo que los economistas van a estar de acuerdo en que es una buena medida. Los EE UU han tenido déficit comercial durante años, y una manera de corregir ese déficit es bajar el dólar. A largo plazo, el QE2 será aplaudido por el resto de países. Un déficit comercial a largo plazo no es sostenible, e igual que China debería revaluar su moneda para reducir su desequilibrio comercial –que ellos saldan con superávit–, el dólar americano tiene que depreciarse para ayudar a eliminar el desequilibrio. Esto será bueno para EE UU y para el resto del mundo.

-La decisión de la Fed ha recibido críticas de China, de otros países emergentes y de la UE. El comisario Joaquín Almunia ha criticado las medidas económicas que pueden apreciar al euro.
-Las acciones de la Fed no van en contra de los mecanismos naturales del mercado. Norteamérica arrastra un déficit comercial. Lo natural, no lo artificial, es que el dólar baje en su cambio con otras monedas. Además, este QE mejorará la fuerza de la recuperación de los Estados Unidos, algo que también será beneficioso para el resto del mundo. Los otros países piensan que si el dólar está mas débil será más difícil exportar sus productos a EE UU. Es cierto, pero verlo así es mirar las cosas a muy corto plazo. A largo plazo, una economía americana fuerte y una balanza comercial equilibrada irá en interés de todos.

-El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha creado el debate sobre recuperar el oro como punto de referencia. ¿Qué le parece la idea?
-Creo que sería desafortunado volver al patrón oro después de todo este tiempo. Es una solución demasiado drástica para un problema temporal.

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