viernes, 12 de noviembre de 2010

Irlanda, en conversaciones para recurrir a la ayuda de la Unión Europea

BRUSELAS.- Irlanda sostiene conversaciones para obtener fondos de emergencia de la Unión Europea y probablemente se convierta en el segundo país de la zona euro, después de Grecia, en recibir un rescate financiero internacional, dijeron el viernes fuentes oficiales. 

El costo del préstamo para Irlanda se disparó a máximos esta semana, al crecer las preocupaciones por la capacidad del país para reducir una carga de deuda pública ensanchada por rescates a bancos y la inquietud de que los tenedores privados de bonos sean obligados a compartir parte del costo de la asistencia financiera, aceptando rebajas de sus tenencias.

Funcionarios del Gobierno en Dublín han negado repetidamente que proyecten solicitar fondos de la UE y un portavoz del Ministerio de Finanzas irlandés dijo, al difundirse un informe de Reuters, que "no hay conversaciones sobre una solicitud de fondos de emergencia de la Unión Europea".

No obstante, fuentes de la zona euro dijeron que se realizaban conversaciones sobre la ayuda financiera. Un funcionario dijo que era "muy probable" que Irlanda reciba ayuda financiera de la facilidad de la UE creada después de que Grecia obtuvo su rescate de 110.000 millones de euros en mayo.

"Las conversaciones están en marcha y dinero de la Facilidad para la Estabilidad Financiera Europea (EFSF por su sigla en inglés) será utilizado, no habrá rebajas o reestructuración o algo de ese tipo", dijo una fuente europea. Una segunda fuente confirmó las conversaciones.

Bajo la EFSF, los 16 Estados de la zona euro pueden proveer hasta 440.000 millones de euros en préstamos de emergencia para miembros golpeados por crisis. El mecanismo de rescate de la EFSF también permite el desembolso de 60.000 millones de euros por parte de todos los 27 miembros de la UE y 250.000 millones o más del Fondo Monetario Internacional.

Las fuentes no especificaron el tamaño del posible rescate a Irlanda, pero analistas consultados por Reuters el jueves lo estimaron en cerca de 48.000 millones de euros (66.000 millones de dólares).

Los rendimientos de los bonos irlandeses cayeron ligeramente tras el informe de Reuters, pero el euro apenas se movió. Analistas dijeron que la reacción del mercado fue moderada debido a la incertidumbre sobre si Irlanda recibiría el rescate y debido a que una inyección de fondos por sí sola no resolvería los problemas de largo plazo del país.

"Eso podría calmar parte de las preocupaciones inmediatas. A largo plazo, la cuestión de si Irlanda al fin tendrá que reestructurar parte de su deuda no desaparecerá. Segundo, el foco podría cambiar a otros candidatos potenciales para un rescate, en particular Portugal", dijo Sarah Hewin, economista senior con Standard Chartered Bank.

Philip Poole, jefe global de estrategia inversionista y macroeconómica con HSBC Global Asset Management, dijo que un rápido rescate sería tomado positivamente por los mercados, aunque la experiencia del rescate griego sugería que las conversaciones podría llevar mucho tiempo para alcanzar un acuerdo sobre las condiciones de los préstamos de emergencia.

La presión sobre los bonos irlandeses se alivió más temprano el viernes, después que Francia, Alemania, Italia, España y Gran Bretaña confirmaron que los tenedores existentes de deuda en euros no serían afectados si la UE avanzaba con los planes de introducir un mecanismo que deje a los países reestructurar sus deudas.

El diferencial entre los bonos irlandeses a 10 años y los Bunds referenciales de Alemania, que el jueves se disparó a máximos de casi siete puntos porcentuales, se estrechó a cerca de 5,8 puntos porcentuales el viernes.

Pero el costo del préstamo para Irlanda se mantuvo en las nubes y la presión sobre los frágiles bancos de Irlanda podría haber obligado al país a entrar en negociaciones de ayuda financiera, pese a que el país está bien financiado hasta mediados del 2011 y no enfrenta la misma crisis de liquidez que sacudió a Grecia anteriormente este año.

La UE podría buscar calmar a los inversionistas con un rescate a Irlanda para evitar que la pérdida de confianza de los mercados se extienda a otros países endeudados como Portugal y España.

Pedir ayuda a la UE representaría un revés humillante para Irlanda, que registró una de las mejores tasas de crecimiento de la zona euro durante la primera década de existencia del bloque.

La crisis financiera global, las débiles regulaciones al sector bancario y una burbuja inmobiliaria inflada por tasas de interés ultrabajas enredaron a Irlanda. Este año se proyecta que el déficit de presupuesto totalice un 32 por ciento del Producto Interno Bruto, por lejos el más alto de Europa.

Mientras, Jean-Claude Juncker, presidente del grupo de ministros de Finanzas de la zona euro, dijo el viernes que la UE estaba siguiendo muy de cerca la situación de Irlanda, pero que dependía de Dublín decidir si solicitaba la ayuda. Dijo también que no había razones inmediatas para que Irlanda pida asistencia financiera al bloque.

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