lunes, 22 de noviembre de 2010

Irlanda logra un rescate que busca la estabilidad europea

BRUSELAS.- La Unión Europea y el FMI acordaron anoche ayudar a rescatar financieramente a Irlanda mediante préstamos destinados a que el país pueda afrontar la crisis bancaria y presupuestaria, en una medida destinada a proteger la estabilidad financiera de Europa. 

Irlanda, ante el malestar público por su manejo de la crisis, solicitó formalmente la ayuda financiera el domingo por la noche.
"Las autoridades europeas han aceptado nuestra solicitud", dijo el primer ministro Brian Cowen. "Preveo que este acuerdo se defina en breve, dentro de las próximas semanas", añadió.
El tamaño del rescate de las autoridades europeas y el Fondo Monetario Internacional aún debe negociarse, pero probablemente sea menor que el que se anunció el pasado mayo para Grecia, por 110.000 millones de euros.
"Yo diría que estamos hablando de entre 80.000 y 90.000 millones de euros", dijo una fuente de la UE, que agregó que esta suma incluiría dinero para apoyar al sector bancario irlandés.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn, dijo que expertos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI prepararían un paquete de préstamos de tres años para final de mes.
"Es necesario proporcionar asistencia a Irlanda para salvaguardar la estabilidad financiera en Europa", señaló Rehn.
"El programa que se está preparando tratará tanto los desafíos fiscales de la economía irlandesa como las potenciales futuras necesidades de capital del sector bancario, de una manera decidida", agregó.
El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, dijo que responsables oficiales de la Comisión Europea, del BCE y del FMI, que ya se encuentran en Irlanda, comenzarán pronto las discusiones para un acuerdo a varios años.
Reino Unido, que no es miembro de la zona euro, dijo que contribuiría con cerca de 7.000 millones de libras para ayudar a Irlanda.
El BCE indicó que la ayuda se proporcionará bajo "fuertes condicionamientos de las políticas".
Responsables de política económica de la UE han temido que los problemas de Irlanda puedan extenderse a otros miembros de la zona euro con grandes déficits presupuestarios, como España y Portugal, amenazando con una crisis del sistema.
En Berlín, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, descartó el riesgo de que la crisis de Irlanda pueda contagiar a otras economías más débiles del bloque.
"Si ahora encontramos la respuesta correcta al problema irlandés, entonces hay grandes posibilidades de que no habrá efectos de contagio", aseguró a la cadena de televisión ZDF.
No obstante, algunos economistas fueron menos optimistas. "Creo que esto significa que Portugal es el próximo (en pedir ayuda). No se si eso sucederá antes de que termine el año o después, pero eso es casi inevitable ahora", dijo Felipe García, de Informacao de Mercados Financeiros, en Oporto.
 Pedro Schwartz, de la Universidad San Pablo en Madrid, ha dicho: "Si Portugal se ve obligado a tomar un rescate, entonces la atención se volcará en España (...) creo que España se ha diferenciado, pero no han resuelto todos sus problemas. Y el euro en general tampoco esta fuera de problemas", agregó.
El Gobierno de Irlanda dijo que un elemento esencial del programa sería "respaldar con mayor profundidad la reestructuración y la restauración de la viabilidad y salud financiera a largo plazo del sistema bancario irlandés".
El ministro de Finanzas, Brian Lenihan, indicó en una conferencia de prensa que los bancos irlandeses serían significativamente más pequeños de lo que eran y que podrían buscar vender activos no estructurales.
No obstante, subir el ultrabajo impuesto corporativo de Irlanda no figura en la agenda, dijo Lenihan, y eso era clave para el crecimiento futuro.
Los bancos irlandeses, al borde del colapso por su exposición al sector inmobiliario y de construcción que se derrumbó tras la crisis financiera mundial, tienen una creciente dependencia de los fondos del BCE y sufrieron un éxodo de depósitos durante los últimos seis meses.
En mayo, la UE y el FMI lanzaron un paquete de rescate europeo de 110.000 millones de euros, el primero para un país de la zona euro, que apuntó a evitar que Grecia cayera en la bancarrota.
A cambio, Atenas prometió fuertes medidas de austeridad que provocaron grandes protestas en las calles.
El rendimiento de los bonos soberanos se ha disparado durante la actual crisis, lo que supone que el Estado podría tener que pagar tipos de interés prohibitivamente altos para préstamos comerciales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario