viernes, 19 de noviembre de 2010

Japón, primer consumidor de atún rojo, reclama controles más severos

PARÍS.- Japón, el mayor consumidor de atún rojo, que se lleva el 80% de esas reservas en el Mediterráneo, reclamó este viernes en París ante la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA) controles más severos para evitar la pesca ilegal y el mercado negro. 

Tokio insiste en la adopción de medidas para garantizar el origen legal del atún rojo, un pescado muy lucrativo en el mercado nipón. La delegación japonesa propuso prohibir a partir de 2011 la pesca a las flotillas que no presenten un plan específico de prevención de fraudes.
"Antes de que comience la pesca, cada país debería presentar la prueba de su capacidad para respetar las reglas", afirmó Masanori Miyahara, jefe de la delegación nipona que asiste a la reunión de la ICCAT (por sus siglas en inglés) que comenzó el viernes en París.
"Hemos presentado una propuesta para reforzar la gestión de la pesca industrial y de las actividades de los criaderos en el Mediterráneo con la firme esperanza de que nos apoyen otros miembros", indicó Miyahara que explicó a los participantes que que su país "rechazó la entrega, en una vez, de más de 3.000 toneladas de atún rojo" pues carecía de las garantías legales necesarias.
Las ONG medioambientales saludaron esos anuncios pero llamaron a los dirigentes japoneses a cumplir sus palabras.
Los 48 miembros de la CICAA, reunidos en París hasta el 27 de noviembre, tienen que fijar las cuotas para la temporada de pesca del atún rojo en 2011, y revisar los sistemas de control puestos en marcha hace dos años, y que tienen graves carencias, según Greenpeace y WWF.
Según Sue Liebermann, responsable de la ONG estadounidense PEW, los japoneses tienen que asumir sus responsabilidades en materia de control "si no quieren ser responsabilizados por el derrumbe de la especie", cuyas reservas cayeron un 85% en los últimos 30 años.
Los bancos de atún rojo disminuyeron en el mar Mediterráneo un 74,2% entre 1957 y 2007. Francia, Italia, España, Grecia, Chipre, Malta y Portugal se reparten su pesca en el Mediterráneo y en el Atlántico oriental. "La propuesta de Japón es buena pero es necesario que lo apliquen. Hay mucho por hacer", declaró Liebermann a la AFP.
En el mismo sentido se pronunció Charles Braine, especialista del sector de la pesca en WWF-Francia, invitando a tomar la propuesta de Japón con prudencia. "Sabemos que sus congeladores en Tokio tienen para dos o tres años de consumo interno de atún rojo", subrayó Braine, antes de opinar que los japoneses quieren cambiar la imagen poco agradable que se tiene de su país en estas negociaciones.
Braine recordó que en marzo pasado, en la reunión de Doha sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés), Japón se opuso a la prohibición del comercio de atún rojo a pesar de que es una especie en vías de desaparición.
Estados Unidos, otro protagonista en este asunto, subrayó la "gran responsabilidad de Japón y el papel importantísimo que desempeña", en palabras de Jane Lubchenco, negociadora estadounidense en la CICAA.
Esa responsable estadounidense se pronunció a favor de una reducción de las cuotas que se establecerán para 2011 para el conjunto de los países.
La Unión Europea (UE) defiende el mantenimiento o una reducción "parcial" de las cuotas de captura. Los 27, que tienen muchas divergencias sobre este tema, acordaron esta semana negociar cuotas entre 13.500 (actual) y 11.500 toneladas, según fuentes diplomáticas.
El jefe de la delegación europea, Pierre Amilhat, fue bastante tajante al resumir la situación: "hay demasiados barcos y no hay bastantes peces". "Las decisiones que deben tomar pueden resultar difíciles para los pescadores, pero éstos entenderán que esas decisiones a corto plazo servirán a sus intereses a largo plazo", advirtió.

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