jueves, 25 de noviembre de 2010

La crisis de deuda en Europa sigue falta de respuesta unánime de sus líderes

BRUSELAS.- ¿Cómo debería ser el futuro fondo de rescate permanente de la Eurozona? ¿Corre peligro la moneda única? Los líderes europeos no logran transmitir un mensaje de unidad, mientras los mercados ponen a prueba la solidez de sus Estados más frágiles, como Irlanda y Portugal. 

Al tiempo que Irlanda se halla en medio de un proceso de rescate financiero y que el resto de la zona euro tiembla, a medida que se van encareciendo en los mercados las primas de riesgo de las deudas de los países más deficitarios, la comunicación de sus dirigentes sigue siendo confusa.
Alemania, la locomotora económica, envió esta semana mensajes contradictorios.
Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, advirtió el martes de que en la crisis irlandesa lo que estaba "en juego" era el futuro del euro, una advertencia que la canciller, Angela Merkel, completó tachando la situación de "extremadamente seria" para la unión monetaria.
El alarmismo alemán suscitó críticas, especialmente de los responsables del Banco Central Europeo (BCE). Merkel pareció el jueves dar marcha atrás, afirmando tener ahora "más confianza" en la estabilidad del euro, que en "la primavera", cuando Grecia fue rescatada con un plan internacional.
El presidente de la Unión Europea (UE), Herman Van Rompuy, fue no obstante el primero en disparar las alarmas al referirse la semana pasada a una cuestión de "supervivencia" de la Eurozona, integrada por 16 de los 27 países del bloque. La Comisión Europea, por su parte, exhortó a no caer en el "alarmismo".
Los mensajes contradictorios están además acompañados de las divergencias de fondo sobre un asunto apremiante: qué forma dar al mecanismo permanente de rescate para los países de la zona euro en apuros financieros, destinado a tomar el relevo a partir de 2013 de un fondo temporal creado en mayo.
Su formato será debatido durante la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE del 16 y 17 de diciembre en Bruselas. El grado de implicación del sector privado en ese dispositivo se llevará el protagonismo de los debates.
Alemania lidera una campaña para forzar la contribución de los inversores privados, en nombre de la responsabilidad de los mercados en la crisis que ahora atraviesan las finanzas públicas de los Estados, muy deficitarios en gran parte por haber acudido al rescate de los bancos entre 2008 y 2009.
La postura alemana acentuó esta semana el nerviosismo en los mercados, reacios a poner de su parte en esa factura. En Portugal, Grecia y España, los países con mayor riesgo financiero, los temores proliferaron.
"Angela Merkel debería aprender que los líderes políticos a veces lo que deben hacer es cerrar el pico", espetó el presidente del Partido Socialista Europeo, Poul Nyrup Rassmussen.
El jefe de fila de los ministros de Finanzas de la Eurozona, Jean-Claude Juncker, llamó por su parte a Berlín a no "desacreditar" el funcionamiento de la UE, donde prima el compromiso entre socios, favoreciendo un sistema en el que "los grandes Estados", como Alemania y Francia, "deciden entre ellos".
La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, subrayó que su Gobierno "trabaja" en el proyecto alemán de implicar al sector privado en la financiación del fondo de rescate permanente.
Lagarde precisó, no obstante, que es partidaria de que el mecanismo, "si incluye el sector privado", "se aplique únicamente caso por caso".

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