sábado, 20 de noviembre de 2010

El ministro británico de Exteriores expresa dudas sobre el futuro del euro

LONDRES.- El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, expresó hoy sus dudas sobre el futuro del euro al afirmar que “nadie sabe” qué puede pasar con la moneda única con crisis como la que actualmente afecta a Irlanda. 

En una entrevista con Radio 4 de la BBC, Hague, conocido opositor de la unión económica europea, subrayó que “espera” que la zona euro recupere la estabilidad financiera, dado que la incertidumbre afecta también al Reino Unido, pero, preguntado si la moneda única podría desplomarse, contestó: “Espero que no, pero ¿quién sabe?”. 

“Nadie ha señalado más que yo a lo largo de los años los problemas que supone tener una moneda en la cual encerramos los tipos de cambio y los tipos de interés de países con muy diversas economías”, declaró. 

Hague insistió en que el Reino Unido quiere asegurarse de que “hay estabilidad en la zona euro y, al margen de ésta, también hay razones para ayudar a Irlanda si Irlanda solicita ayuda”. 

“Es de interés nacional para Gran Bretaña que la zona euro esté estable, por mucho que señaláramos todos los fallos que tendría, y yo los señalé más que muchos otros”, manifestó el ministro. 

“Pero la realidad es que existe -prosiguió-, y cuando hay un problema grave en la zona euro, afecta a nuestra economía, a nuestros trabajos y a las empresas de nuestro país”. 

Hague reiteró que Londres tenía particular interés en apoyar a Irlanda por la interconexión entre ambas economías. 

El Gobierno irlandés evalúa con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) un paquete económico para sanear las finanzas públicas. 

El martes, día clave


El plan de cuatro años de Irlanda para reducir su déficit será publicado el martes, antes de que se anuncie cualquier paquete de ayuda financiera internacional, informó el sábado el diario Irish Times.

Responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea están en Dublín para discutir un rescate a los vapuleados bancos irlandeses, en medio de temores sobre su capacidad para asumir sus responsabilidades financieras y después de que los planes para reestructurar la deuda de la zona euro dispararan los costes del crédito.

El mes pasado, Irlanda duplicó a 15.000 millones de euros (21.000 millones de dólares) el montante que según reconoció necesita para controlar su déficit para 2014, una decisión que de acuerdo al ministro de Finanzas buscaba garantizar que el país no requeriría un rescate.
Pero ésto no consiguió calmar a los mercados.

El jefe del banco central de Irlanda admitió esta semana que la nación necesita un préstamo de decenas de miles de millones de euros para apuntalar el sector bancario, que se ha vuelto dependiente de los fondos del BCE y ha visto un éxodo de los depósitos en los últimos seis meses.

El Irish Times dijo que el Gobierno - profundamente impopular y con una ajustada mayoría parlamentaria - adelantó la publicación de su plan fiscal de cuatro años, a fin de que sea identificado como una propuesta elaborada por Dublín y no conducida por el FMI o Europa.

El periódico sostuvo que el plan sería divulgado el martes, cintando a altos cargos irlandeses. Un portavoz del Gobierno afirmó a Reuters el viernes que el documento sería revelado a inicios de la semana próxima, pero no especificó la fecha.

Se espera para poco después el anuncio de un paquete de ayuda internacional.

“El Gabinete se reunirá mañana para aprobar el documento de 160 páginas con gráficas que explican cómo el Estado reducirá sus gastos”, indicó el Irish Times, agregando que un plan por separado para reestructurar al sector bancario también debería ser finalizado este fin de semana.

 Irlanda podría requerir asistencia de entre 45.000 y 90.000 millones de euros, dependiendo de si sólo necesita apuntalar a sus bancos o abordar también su deuda pública.


La mayor preocupación de las autoridades de la UE es que los problemas de Irlanda se propaguen a otros miembros altamente endeudados de la zona euro como España y Portugal, amenazando con una crisis sistémica.

Los mercados se calmaron en los últimos días cuando hubo indicios más claros de que Irlanda recibiría ayuda, pero permanecieron nerviosos el viernes.

El euro subió brevemente por sobre 1,3720 dólares, sólo para caer devuelta a 1,3660 en la última cotización europea.

El diferencial de riesgo de los bonos irlandeses a 10 años respecto a los referentes alemanes bajó a 5,4 puntos porcentuales, antes de repuntar a 5,6 puntos, afectando a la deuda griega, portuguesa y española.

Las negociaciones de ayuda aún podrían extenderse si Dublín y la UE no logran llegar a un acuerdo sobre las condiciones para recibir la asistencia financiera.

El bajo impuesto a las empresas del 12,5 por ciento está operando como la gran manzana de la discordia, ya que los vecinos de la zona euro presionan a Irlanda a elevarlo como parte de cualquier acuerdo, mientras que Dublín se resiste, argumentando que es crucial para la inversión extranjera.

El ministro de Finanzas finlandés, Jyrki Katainen, dijo que Dublín debería prepararse para elevar sus impuestos a cambio de un acuerdo.

“Requeriremos un paquete serio (a cambio del préstamo) y es posible que eso incluya elevar los impuestos a las empresas”, sostuvo Katainen a la emisora finlandesa YLE. “Irlanda es un país con bajo nivel impositivo y ellos podría subir muchos tributos, por el ejemplo el IVA”, declaró. 

¿Cambio de Gobierno en Portugal?


El primer ministro portugués, José Socrates, podría remodelar pronto su Gobierno, informaron el sábado diversos medios, pero no estaba claro si el ministro de Finanzas se vería afectado por los cambios en mitad de una crisis de deuda.

El ministro de Exteriores, Luis Amado, la titular de Sanidad, Ana Jorge, y el responsable de Obras Públicas, Antonio Mendonca, son los que más suenan en la remodelación que se prevé entre la aprobación de los presupuestos de 2011, cuya último trámite es el 26 de noviembre, y las elecciones presidenciales de enero, según varios diarios.

En cuanto al ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, que autorizó el presupuesto austero diseñado para recortar el déficit fiscal el próximo año y despejar las dudas de los inversores sobre la solvencia portuguesa, la mayoría de los medios coincidían en que sería difícil sustituirle en mitad de la actual crisis.

La endeudada Portugal sufrió una pronunciada pérdida de confianza de los inversores en las últimas semanas después de que las inquietudes sobre otros débiles países de la eurozona como Irlanda se intensificaran antes de que la isla acordara negociar un plan de ayuda financiera europeo para sus bancos.

“Teixeira dos Santos está en el punto de mira, pero hay dudas en el seno del ejecutivo de que Socrates se deshaga de su ministro de Finanzas”, dijo el influyente diario Publico.

“No sólo es porque sea el responsable del presupuesto, sino por su relación personal”, dijo.

En un artículo denominado “Remodelación sólo después de la aprobación del presupuesto”, el diario “i” dijo: “Teixeira dos Santos continúa como ministro de Finanzas. La ejecución del presupuesto es la principal prioridad del Gobierno”.

No obstante, el Diario de Noticias dijo que había presión en el Partido Socialista para que Socrates sustituya a Teixeira dos Santos y que el titular de Economía, José Vieira da Silva, podría ocupar su lugar.

Una portavoz del Gobierno declinó hacer comentarios.

Teixeira dos Santos quedó en el punto de mira este mes cuando dijo que Portugal podría tener que recurrir a la ayuda exterior si los intereses de los bonos soberanos subían por encima del 7%. Cuando sobrepasaron brevemente esa cifra, el Gobierno se apresuró en convencer a los inversores de que no tenía intención de pedir ayuda.

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