jueves, 18 de noviembre de 2010

No hay garantía de que la recuperación económica española continúe

MADRID.- La recuperación económica en España está lejos de consolidarse y no hay garantía de que continúe la incipiente recuperación económica, admitió el jueves el jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, quien además tuvo que soportar continuos reproches a su gestión por parte de la oposición en un tenso debate parlamentario. 
 
Zapatero valoró en el pleno de la cámara los últimos datos del desempleo, que redujeron la tasa de desocupación desde casi el 21% de mitad de año al 19,79% del tercer trimestre. Sin embargo, el presidente español reconoció que la mejora es demasiado frágil como para dar por cerrada la crisis.
"La recuperación es lenta y sostenida, pero incierta en su progresión. Aún nos enfrentamos a la crisis", dijo Zapatero. "La mejora es tan débil que no asegura un cambio irreversible de la tendencia".
Después de casi dos años de recesión, la economía española repuntó ligeramente en el primer semestre y se mantuvo plana en el tercero. Una recuperación muy leve, incapaz de frenar la sangría del desempleo e impulsar el consumo de las familias, que según el Instituto Nacional de Estadística volvió a caer en más de 1% entre julio y septiembre.
Ante este panorama, Zapatero anunció la puesta en marcha de nuevo paquete de reactivación económica, que será aprobado el viernes, pero del que no dio detalles. El objetivo es reducir el desempleo y dinamizar la actividad.
Agregó que mantendrá la política de contención del gasto para evitar que crezca la deuda y que propondrá una polémica rebaja de las pensiones _uno de los motivos que le costaron la huelga general en septiembre_ en el primer trimestre de 2011.
La oposición, muy crítica con el ejecutivo, interpretó el anuncio de Zapatero como un nuevo canto de sirena.
El conservador Partido Popular recordó que el gobierno socialista presentó en 2010 el que iba a ser su proyecto estrella de la legislatura, la llamada ley de economía sostenible. Un contenedor de reformas de toda índole para desterrar la construcción como base de la economía española y apostar por otro tipo de crecimiento.
Sin embargo, la norma lleva meses varada en el parlamento, sin visos de salir adelante en un futuro inmediato.
En ese sentido, el líder del PP, Mariano Rajoy, acusó a Zapatero de falta de credibilidad y reiteró su petición para que adelante las elecciones, previstas en 2012.
"Un gobernante que fracasa tiene la obligación moral de renunciar a seguir imponiendo sus errores", afirmó Rajoy, a quien todas las encuestas otorgan una considerable ventaja en las urnas.
"Un gobernante democrático sabe que, cuando se equivoca tanto como usted lo ha hecho y con tan graves consecuencias, debe retirarse aunque la ley no le obligue", añadió.

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