viernes, 17 de diciembre de 2010

2011: tranquilidad para el euro-dólar, mientras el yen pierde terreno frente al dólar / Adrien Pichoud *

Tras un año 2010 muy inestable (desde 1.45 a menos de 1.20, a continuación volvió por encima del 1.40 antes de acercarse al 1.30!), vemos el año que entra más tranquilo para la paridad euro-dólar.

Algunos de los riesgos que ha habido detrás de las grandes oscilaciones en 2010 se han reducido o han desaparecido: las perspectivas para la economía de EEUU son menos inciertas y la Fed no debería sentir la necesidad de lanzar un tercer programa de flexibilización cuantitativa a medida que el fortalecimiento del crecimiento económico arrastre finalmente (de forma gradual) la tasa de desempleo a la baja  y elimine la amenaza de deflación. 

Por lo tanto, los riesgos a la baja para el dólar parecen bastante limitados y es poco probable que el extenso déficit público sea visto como un problema abrumador siempre y cuando continúe el crecimiento económico.  

En cuanto a la moneda europea, a pesar del satisfactorio crecimiento económico en la mayoría de la zona euro, el euro continuará la tendencia a la baja durante 2011. El diferencial de crecimiento sigue siendo favorable para la economía de EEUU comparada con la zona euro en su conjunto. 

Las preocupaciones que rodean la crisis de la deuda soberana y la sostenibilidad del euro a largo plazo pueden aparecer de vez en cuando. La evolución de la crisis de deuda soberana y los obstáculos en el camino hacia un acuerdo que podría llenar “de una vez por todas” la brecha en el marco institucional europeo pueden ejercer presiones temporales a la baja en la divisa europea. 

Además, los países periféricos necesitan una devaluación (ooooops, queremos decir, un euro más débil…) ya que no pueden depender de ningún estímulo más por el lado monetario y fiscal. Además, en el nivel actual, el euro se encuentra todavía en territorio sobrevaluado frente al dólar en términos de paridad de poder adquisitivo.

Habida cuenta de lo anterior, esperamos que el euro sufra cierta debilidad en el curso de 2011. Sin embargo, el escenario de Armageddon de un colapso del euro o incluso de la zona euro va a seguir como una hipótesis teórica. A largo plazo, tenemos un punto de vista más constructivo: la actual consolidación fiscal de base amplia y la predisposición del BEC para endurecer su postura en cuanto el escenario económico mejore darán un apoyo a la divisa europea en 2012. 

La divisa japonesa ha seguido siendo impulsada por factores que están lejos de poder ser asociados a la situación de la economía japonesa. En 2010, el yen alcanzó un nuevo récord frente al dólar, ya que se benefició de su estatus de refugio (como ocurrió con el franco suizo en el  mismo momento). 

Esto no se relaciona en medida alguna con los fundamentales económicos, sino más bien con la simultánea aversión de los inversores a las dos principales monedas (el dólar de EEUU se ve obstaculizado por la posibilidad de una enorme inyección de liquidez  por parte de la Fed, mientras que las preocupaciones relacionadas con la deuda pública de la Europa periférica han pesado sobre su divisa). 

De esta forma, el yen se comportó como un indicador de la aversión al riesgo durante 2010. Ya no estaba la ausencia de rendimiento para limitar el relativo atractivo de la moneda japonesa, siendo ahora común esta característica para el dólar y el euro. 

Mirando hacia 2011, el retorno del apetito por el riesgo probablemente haga renacer el atractivo relativo del dólar frente al yen. En el caso de que las condiciones de crédito se estrechen en Estados Unidos, podríamos incluso ser testigos de un resurgimiento de los flujos carry-trade que podrían exacerbar las presiones a la baja en la moneda japonesa.  

Además, como Japón continúa acosado por la deflación, es muy poco probable que el Banco de Japón se atreva a endurecer su postura e incluso podría verse empujado hacia una nueva ronda de inyección de liquidez después de la que fue anunciada en octubre de este año. En general, es probable que el yen baje significativamente frente al dólar en el transcurso de 2011.

(*) Economista de Banque SYZ & Co

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