jueves, 2 de diciembre de 2010

El funcionamiento de los mercados y la especulación agravan la crisis de la deuda

PARÍS.- La crisis de la deuda ha aumentado las diferencias en el rendimiento de los bonos de los países de la Eurozona, que se ven acentuadas por la especulación y el funcionamiento de los mercados financieros. 

Las tasas a las que se financian ahora los países más endeudados de la Eurozona (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) se dispararon esta semana y la diferencia con la deuda alemana, que sirve de referencia, alcanzó en algunos casos niveles récord.
La situación es bastante reciente. Cuando se creó el euro, los diferentes Estados, pese a sus diferencias, se financiaban con intereses muy cercanos, alineados más o menos con los de Alemania, locomotora de la Eurozona.
A modo de ejemplo, los tipos irlandeses fueron incluso inferiores a los de Berlín en 2008, mientras que ahora Irlanda debe pagar el triple que Alemania para colocar su deuda en los mercados.
El inicio de esta situación se remonta a la crisis de las hipotecas de riesgo 'subprime' y explotó con la crisis griega, recuerda Philippe Brossard, de Macrorama. "Primero nos dijimos que era un problema de liquidez y luego nos dimos cuenta de que se trataba de las distintas visiones de la solvencia de los Estados", explica.
Las diferencias están vinculadas con el funcionamiento en sí de la zona euro, en la que todo el mundo "emite en una moneda común, que no es la moneda de nadie", considera Dominique Barbet, economista en el banco BNP Paribas.
"Estados Unidos puede apoyarse en la Reserva Federal, que compra masivamente bonos del Tesoro y crea dólares", mientras que el Banco Central Europeo (BCE) se ha mostrado mucho menos intervencionista. Desde mayo, el BCE ha comprado 67.000 millones de euros, mientras que la Reserva Federal adquiere 100.000 millones de dólares por mes.
La paradoja de esta crisis y de las divergencias económicas que revela es que las tasas de ciertos países europeos, como Grecia, son las mismas en los mercados que las de Estados considerados más arriesgados.
"Es normal que haya diferencias en las tasas dentro de la zona euro, pero hay aberraciones", lamenta Jean-François Robin, estratega en Natixis, que cita el ejemplo de los tipos de interés portugueses, mayores que los de Rumanía.
"Grecia está (considerada como) más arriesgada que Jamaica, Pakistán y Argentina. Irlanda es hoy más arriesgada que Portugal, Irak, Hungría y Rumanía. España es mucho menos segura que Líbano... ésa es la situación de los mercados. Y no es razonable", decía recientemente una fuente diplomática en Bruselas.
Romain Boscher, director de gestión en Groupama, recuerda que "lo que influye también es la posesión de títulos por no residentes. Así, cuando los inversores oyen los peores rumores, un australiano va a salir más rápido" teniendo en cuenta que los títulos son menos fáciles de ceder que las obligaciones alemanas o francesas.
Los observadores coinciden en que para reducir las diferencias en los rendimientos de la deuda, tiene que regresar la confianza a la zona euro. "Si los gobiernos no vuelven a ser creíbles sobre la imposibilidad de la quiebra de un Estado en Europa, las predicciones de los mercados se cumplirán", pronostica Brossard.

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